El pasado año se donaron en España 1.502 órganos frente a los 1.605 de 2009, lo que sitúa la tasa de donación en 32 donantes por millón de habitantes y baja por primera vez hasta los niveles de 2001, cuando era de 32,5. Entre las causas está el descenso de fallecidos por accidente de tráfico, accidente laboral y enfermedad cardiovascular, así como el aumento del rechazo familiar en un punto porcentual respecto al año anterior. A pesar de estos datos, España mantiene el liderazgo en materia de donación y trasplantes, que consiguió hace 19 años, muy por encima de los países de la Unión Europea y de Estados Unidos.
El Ministerio de Sanidad asegura que esta situación “no es preocupante”, pero está buscando “vías alternativas”. Entre esas nuevas fórmulas, está la donación en vivo. El director general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT),Rafael Matasanz, ha señalado que ya existen 22 posibles donantes “altruistas”, por lo que ya se podrían realizar trasplantes de riñón en vivo procedentes de estas personas, conocidos como “buen samaritano”. Matasanz ha explicado que el objetivo es incluir a estos donantes en los próximos meses en la donación cruzada para aumentar el número de personas que participen en la cadena de trasplantes.