Las enfermedades neurológicas aumentan con la edad y van a representar "un enorme coste económico por su frecuencia, duración y repercusión social". Así lo afirmó en Sitges el dr Jorge Matías-Guiu( jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid) durante el X Seminario Lundbeck centrado en el día a día de las patologías neurodegenerativas. Para el experto "son enfermedades sociales que repercuten no solo al paciente y su entorno, por lo que es fundamental avanzar en el diagnóstico precoz y en la búsqueda de biomarcadores más exactos". En las últimas décadas se ha pasado a investigar más en las causas que en las consecuencias de estas enfermedades.
Conforme pasen los años la demencia irá en aumento, existiendo una previsión de afectar a casi un 70% de la población anciana en el año 2030. Para ello es básico la investigación. Según Matías-Guiu "en España sólo es posible en ámbitos traslacionales y clínicos. Hemos estado investigando para los demás. Hay muchos grupos de investigación pero con pocos recursos y necesitamos investigar con continuidad para dirigir directamente los resultados al paciente".
Otro de los participantes en el Simposium, Pablo Martínez-Lage( neurólogo de la Fundación CITA de San Sebastián) insistió "que no están unidos los investigadores clínicos y básicos, aunque resulta clave en este tema la necesidad de equipo multidisciplinar para este tipo de enfermedad". También aseguró que el tiempo de media de comenzar a tratar a un enfermo neurológico es de casi tres años, comenzando en el médico de Atención Primaria, la consulta del especialista y el diagnóstico. Javier Pagonabarraga( neurológo del Hospital Sant Pau de Barcelona) aseveró "que en muchos casos no hay tratamientos para la causa de la enfermedad por desconocimiento. Aunque han mejorada su nivel es muy difícil que los médicos de AP estén preparados y formados específicamente. Por ello, lo mejor es derivar al especialista pero pronto. Para mí esta coordinación es mejorable en España hoy en día".
Los expertos insistieron en el prioritario reto de la investigación para este tipo de enfermedades. El doctor Matías-Guiu aseguró que "el estudio de los mecanismos causales es básico para intentar atender mejor a esta población". Aseguró, en el caso del Alzheimer, "que no hay ninguno en estos momentos que ofrezcan plena certitud, pero sí ayudan a conseguir un diagnóstico temprano. A ello se une el análisis del historial médico, las entrevistas con pacientes cercanos, las pruebas de imagen, etc". Pero reveló cómo "muchas personas tienen miedo a la enfermedad y a saber que la pueden sufrir a lo largo de la vida. Para esto la genética está avanzando a pasos agigantados".
En el Seminario Lundbeck de Sitges de abordaron en concreto las enfermedades de Alzheimer y Parkinson. En los primeros hasta un 90% de los pacientes desarrollan al menos un trastorno conductual a lo largo de su vida. Por frecuencia el 92% experimenta apatía en el estadio grave, el 85% agitación, el 84% actividad motor aberrante y el 62%, depresión. Los trastornos de la conducta y las dificultades en las actividades de la vida diaria son prevalentes en esta enfermedad, como aseguran los cuidadores, experimentando de forma frecuente en los síntomas cognitivos( 93%). Esto representa la mayor problemática para los cuidadores.