El estudio publicado en la
revista científica European Radiology realizado por el Grupo de Neuroingeniería
Biomédica de la UMH, explica que más del 80 % de los mayores de 60 años tienen
desgaste en el área cervical de su columna vertebral. La mayoría no sufre
ningún síntoma, pero a veces este desgaste puede causar dolor y rigidez en el
cuello, así como hormigueo y entumecimiento en los brazos. Todos estos
problemas son el resultado de la compresión de la médula espinal o las raíces
nerviosas que emergen entre las vértebras, razón por la cual, hasta ahora la
atención médica. se había centrado esencialmente en lo que sucede debajo de la
lesión. Las nuevas técnicas de neuroimagen han permitido estudiar la corteza cerebral,
así como las fibras nerviosas de la sustancia blanca y los patrones de conexión
entre las diferentes áreas cerebrales, lo que permite detectar cambios
patológicos que no se pueden ver con los estudios convencionales de resonancia
magnética. . Los resultados del estudio muestran que también hay cambios a
nivel cerebral y en las vías de comunicación de los signos cerebrales, que se
manifiestan principalmente a través de la atrofia cortical y el daño a la
corteza sensorial y motora. Estos cambios, que hasta ahora se desconocían,
pueden ayudar a comprender mejor la evolución clínica de muchos pacientes, así
como a abrir nuevos caminos para diagnosticar y tratar esta patología común. En
el futuro, este tipo de análisis con inteligencia artificial podría usarse para
identificar pacientes con lesiones de la columna vertebral compresiva que
pueden ser operados, y para establecer el momento más apropiado para realizar
la cirugía.