Sorprendentemente, los cuentos de nuestra infancia, El Gato con Botas, Caperucita Roja, La Cenicienta, Pulgarcito o la Bella Durmiente, fueron recopilados por Charles con un solo título, Los Cuentos de Mamá Oca, para de esta manera ponerlos a disposición de la gente de manera más sencilla. Ahora bien, las verdaderas historias contadas por Charles Perrault no resultaban ser tan “cuento de hadas” como las conocemos hoy en día, sino que la crueldad o incluso la fiereza de alguno de ellos podrían sorprendernos.
El objetivo de los cuentos a los que Charles dio forma era enseñar a los más pequeños a través de su moralejas. Aún así, como decimos estas historias fueron muy controvertidas y lo que realmente hoy conocemos son las adaptaciones a las que Disney ha dado forma.
¿Sabías que en el cuento de Caperucita Roja, el lobo sí que llega a comerse a la pequeña niña? ¿O que en el cuento de Cenicienta hay un pasaje dedicado exclusivamente a contar cómo las hermanastras son atacadas por palomas que las dejarán ciegas? En La Bella Durmiente, este cuento no acaba con “fueron felices y comieron perdices” sino que al final de este, el príncipe tiene dos hijos con la princesa pero la acaba abandonando. Todo esto es lo que nos ha ocultado la capa adulterada de nubes de algodón y azúcar de Disney.
Curiosamente, la trayectoria de los cuentos de Charles Perrault nos habla de la lectura en voz alta de los cuentos en el propio Palacio de Versalles, tanto fue su calado que sus historias fueron discutidas en las grandes reuniones literarias de la época. Sin duda, historias a las que ya no miraremos con los mismos ojos.