Unos rastros de hace 395 millones de años hallados en Polonia arrojan luz sobre los primeros tetrápodos que salieron del mar y vivieron en tierra firme
En una antigua cantera del sur de Polonia se han descubierto unas huellas que pueden cambiar la idea que se tenía hasta ahora de los primeros animales que, procedentes del medio acuático, colonizaron la tierra firme. Son unos rastros y algunas huellas individuales de varios animales, de entre 0,40 y 2,5 metros de longitud, con patas delanteras y traseras, así como dedos en algunos casos. No hay rozaduras que indiquen que aquellos animales se arrastrassen. Con una antigüedad bien datada de 395 millones de años, estas icnitas son 18 millones de años anteriores a los fósiles de tetrápodos (animales con cuatro patas) que se conocían hasta ahora. Para tener una idea del tiempo, tal vez sea útil recordar que los dinosaurios terrestres se extinguieron hace unos 65 millones de años y los primeros homínidos no llegan a los cinco millones de antigüedad.
Estos rastros y las huellas "imponen una reevaluación radical de la escala de tiempo, la ecología y las condiciones ambientales de la transición de peces a tetrápodos, así como del conjunto del registro fósil [correspondiente]", afirman Grzegorz Niedzwiedzki (Universidad de Varsovia) y sus colegas en la revista Nature.
Se pensaba hasta ahora que los tetrápodos habrían evolucionado a partir de peces, con un estadio intermedio, los elpistostégidos, que tendrían rasgos de unos y otros, es decir, cabeza y forma corporal similares a los tetrápodos, pero aún aletas en lugar de pies y manos. Lo que hace que el descubrimiento de las huellas polacas, descubiertas en los montes de la Cruz Sagrada, sea tan impactante es que tienen 10 millones de años más que los fósiles encontrados de elpistostégidos. Los científicos se plantean ahora si estos animales a mitad camino entre pez y tetrápodo no serian vestigios del pasado en lugar de formas de transición. "El descubrimiento de las huellas de cantera de Zachelmie modifican sustancialmente el contexto de las futuras investigaciones sobre el origen de los tetrápodos", dicen Niedzwiedzki y sus colaboradores.
Se han descubierto numerosos rastros de diferentes tamaños y características, así como muchas huellas individuales, detallan los científicos en Nature. Algunas están perfectamente marcadas. El primer rastro descrito muestra claramente huellas de pies y de manos. "El animal se estaría moviendo en línea recta sin dejar marcas de arrastrar el cuerpo", explica el artículo en que se presenta el hallazgo. Este animal mediría entre 40 y 50 centímetros de largo. En otro rastro no se aprecian diferencias entre manos y pies. Una de las huellas individuales mide 15 centímetros de ancho, y otra llega a 26 centímetros. También hay marcas parciales e incluso improntas de dedos. Todas se han datado con precisión y corresponden al Devónico, período de tiempo de hace entre 416 y 359 millones de años.
Todas estas huellas, "corresponden a un tiempo muy anterior a la época en que pensábamos que habían existido los tetrápodos", resumen los expertos Philippe Janvier y Gaël Clément en un comentario en Nature. Creíamos que la transición entre peces y tetrápodos se había producido hace entre 391 y 385 millones de años. "Ahora Niedzwiedzki y sus colegas tiran una bomba sobre ese esquema".
Las huellas debieron quedar impresas en un terreno pantanoso de una laguna marina de aguas someras, y puede ser que no haya marcas de arrastre porque aquellos animales aún se desplazasen flotando en el agua aunque ya caminasen sobre el fondo fangoso, sugieren Janvier y Clément.