Buscar un hijo y tener dificultades para concebirlo puede ser una de las situaciones más difíciles a las que se enfrenta una pareja a lo largo de su vida. De hecho, las mujeres que se someten a un tratamiento de reproducción asistida sufren un estrés similar a pacientes con cáncer, según un estudio de Applegarth y Zaltman de 2008. La clínica de reproducción asistida Ginefiv, por su parte, advierte de que este alto nivel de estrés puede influir de manera negativa en la consecución del embarazo.
Así, la Dra. Victoria Verdú, coordinadora de ginecología de Ginefiv, señala que “el estrés puede desencadenar una serie de efectos fisiológicos sobre el proceso reproductivo, ya sea natural o mediante técnicas de reproducción asistida. En el caso de la mujer, puede incluso llevar a la anovulación, a tener ciclos menstruales irregulares e incluso a la supresión del ciclo menstrual”.
En el hombre, por su parte, el estrés puede afectarle reduciendo la cantidad y la calidad de espermatozoides. Según la Dra. Verdú, “se ha demostrado, además, un menor volumen de semen y de concentración de espermatozoides en pacientes con estrés crónico debido a las bajas concentraciones de hormona luteinizante y testosterona. El estrés puede también suprimir la líbido o causar disfunción eréctil”.
-Ayuda psicológica en tratamientos de reproducción asistida
Muchas de las parejas que precisan de ayuda para tener hijos retrasan la consulta con el especialista por miedo a que el diagnóstico sea desfavorable. De hecho, el 30% de las que deciden acudir a una clínica de reproducción asistida suelen necesitar ayuda psicológica. Con el propósito de disminuir la tensión y la ansiedad de estas parejas, Ginefiv pone a su disposición un equipo de Atención al Paciente que prepara psicológicamente a las pacientes que lo necesiten y resuelve las dudas e inquietudes que surjan durante el tratamiento. Además, se ha demostrado que el apoyo psicológico ayuda a aumentar el bienestar de la pareja y a reducir el nivel de ansiedad.
“Si el embarazo no llega en el primer intento con estas técnicas de fertilidad, se puede llegar a lesionar la autoestima de la paciente y es en ese momento cuando la ayuda psicológica se vuelve imprescindible. En algunos casos, sobre todo cuando la paciente ha realizado varios ciclos, la ansiedad puede ser tan alta que le lleve al abandono del tratamiento debido a la desesperación o frustración de no haber conseguido su objetivo”, señala la Dra. Victoria Verdú.
El nivel de ansiedad y nervios de la pareja suele prolongarse durante todo el tratamiento, teniendo períodos de estrés máximo durante el día de la punción ovárica, el de la transferencia embrionaria o los 15 días de espera para conocer el resultado del test de embarazo en sangre.