Las mujeres españolas tienen una mayor prevalencia de algunos factores de riesgo metabólicos, como el colesterol y la obesidad, y son más sedentarias que los hombres. Así, una de cada dos mujeres presenta colesterol elevado y también es sedentaria, al mismo tiempo que cuatro de cada diez son obesas. "Sin embargo, entre ellas hay una menor incidencia de tabaquismo, hipertensión y diabetes que en el colectivo masculino", afirmó el Dr. José Ramón Baneas, catedrático del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad Autónoma de Madrid, durante el XI Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer – SAMEM 2011 organizado en Madrid por el Dr. Palacios y la colaboración de AstraZeneca.
"En concreto, entre ellas el 25% son fumadoras, el 28% hipertensas y sólo el 6% diabéticas", explicó este especialista, quien recordó que las mujeres premenopáusicas tienen una menor frecuencia de todos estos factores de riesgo que las mujeres mayores. "En las mujeres mayores de 60 años, la prevalencia de estos factores se acerca o incluso supera a la de los varones de la misma edad", apuntó. Por todo ello, la mujer presenta un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares que el varón, al menos hasta la menopausia, cuando la protección se pierde gradualmente por el cese de producción de estrógenos, y los factores de riesgo biológicos y conductuales se hacen más frecuentes.
Sin embargo, en España mueren más mujeres que varones por enfermedad cardiovascular, porque cuatro de cada diez muertes ocurridas en la mujer y tres de cada diez en el hombre son por esta razón. "Las mujeres, a pesar de tener menos riesgo cardiovascular que los varones, como la enfermedad cardiovascular es mucho más frecuente en las edades avanzadas de la vida, aquí es donde el número de mujeres es muy superior al de hombres", matizó el Dr. Banegas.
En este sentido, el ictus es la principal forma de manifestarse enfermedad cardiovascular en la mujer, mientras que en el hombre es la enfermedad coronaria. "Esto es debido a que las mujeres tienen menor riesgo coronario que los varones y, por tanto, mayor probabilidad de llegar a edades avanzadas en las que la mortalidad por ictus es más frecuente", concluyó este experto.