Aunque existen otras opciones terapéuticas, "la escleroterapia se está imponiendo actualmente como una de las técnicas más empleadas para la eliminación de varices. Sin embargo, su aplicación indiscriminada por profesionales sin la suficiente formación y sin un análisis previo de las características del paciente, puede suponer un riesgo cierto para los pacientes". Esta es la advertencia que realiza Fidel Fernández, especialista en Angiología y Cirugía Vascular, y miembro del comité científico del Capítulo Español de Flebología, con motivo del inicio del II curso de Escleroterapia en Fleboestética y Patología Venosa, que se desarrolla durante el viernes y sábado -9 y 10 de abril-, en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.
El doctor Fernández pone de manifiesto que la mejoría en el conocimiento de la patología venosa "por el uso del ecógrafo, la mejoría en las estrategias terapéuticas y las mejoras en la técnica de la esclerosis, sobre todo con la introducción de la espuma, han hecho de la escleroterapia un tratamiento de primera línea en la patología venosa, tanto estética como de la enfermedad varicosa evolucionada, que cada vez es ofertado por más terapeutas y demandado por más pacientes".
Según explica, la escleroterapia "es una técnica terapéutica que consiste en la obstrucción de venas varicosas mediante la introducción de una sustancia que induce a su cierre". Así, esta técnica presenta unas características "muy demandadas" por los pacientes en los tratamientos venosos, entre los que señala "una elevada eficacia, mínima invasividad, excelente tolerancia, totalmente ambulatoria y óptimos resultados estéticos".
-Importancia de la experiencia y la formación del profesional
Para conseguir los mejores resultados "es muy importante, tanto el diagnóstico previo, con la realización de un estudio clínico y ecográfico, como diversos recursos técnicos, entre los que se pueden citar el uso de concentraciones, disoluciones de gases para formar la espuma, tratamientos adyuvantes, etc. Pero, sobre todo, es fundamental la experiencia y la formación del terapeuta" recalca el cirujano.
-Necesidad de una correcta evaluación del paciente
En España, la única especialidad médica que abarca en su totalidad el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de las venas (flebología) es la Angiología y Cirugía Vascular. De este modo, el doctor Fernández Quesada subraya la "absoluta necesidad" de realizar "una correcta evaluación clínica del paciente, mediante la aplicación de pruebas de imagen y funcionales -entre las que destaca especialmente la ecografía doppler color-". Posteriormente, el flebólogo "podrá clasificar la afectación de sistema venoso y tipificar su distribución, magnitud y repercusión".
-Plan terapéutico
"Sólo en base a los hallazgos", explica el experto, "se puede establecer un plan terapéutico específico para ese determinado paciente y para esa determinada enfermedad varicosa". La escleroterapia, sola o asociada a otras técnicas, "por su comodidad, ausencia de necesidad de cirugía, ausencia de cicatrices, no precisa recuperación y sobre todo por sus resultados, ocupa actualmente un lugar predominante en los tratamientos venosos".
En este sentido, según los datos del Libro blanco de la Insuficiencia Venosa Crónica en España, cerca de 15.000 personas se operaron de varices en España en 2005. Sin embargo, otras estimaciones sitúan la cifra actual en el doble o incluso el triple. "Esto supone un elevado coste en utilización de quirófanos y material fungible y, en los casos en los que está indicada, la escleroterapia puede ser una buena opción alternativa a técnicas más agresivas y costosas".
-Aplicaciones
Las indicaciones de la escleroterapia son "el tratamiento de cualquier patología varicosa", y su aplicación comprende desde "las telangiectasias (arañas vasculares que en su mayor parte son eliminadas por razones estéticas), varices reticulares (pequeñas venas azules menores de 1 mm), y grandes troncos insuficientes (incluso de un centímetro de grosor), en algunos casos acompañadas de complicaciones como pigmentación, alteración de la piel o incluso úlceras".
Otras dos aplicaciones en la que destaca esta técnica son "su uso en las malformaciones arterio-venosas, en las que los tratamientos convencionales no suelen conseguir resultados óptimos, y en las úlceras venosas, una patología crónica, invalidante y con tendencia a la recidiva, y en la que los pacientes en muchos casos sufren costosos tratamientos tópicos durante periodos prolongados de tiempo". En estas situaciones la escleroterapia se ha mostrado como un arma terapéutica muy eficaz.
En función del calibre y la localización del vaso "se escogerán diversas concentraciones del esclerosante". Además, en muchas ocasiones la punción se realiza "dirigida con ecógrafo".
Asimismo, la formación del terapeuta es de gran importancia para prevenir posibles complicaciones, así como evitar su uso en situaciones en las que está contraindicada, como pueden ser en "la alergia al esclerosante y el embarazo". Como contraindicaciones relativas, el experto apunta "la isquemia grave de las extremidades, comunicación interauricular, alteraciones de la coagulación, alteraciones hepáticas graves y neoplasias, situaciones en las que, no obstante, podría usarse la técnica pero con precaución, sopesando la relación entre riesgo y beneficio".
-Sin necesidad de tiempo de recuperación
Tras la sesión de escleroterapia, "normalmente se invita al paciente a dar un pequeño paseo y a recuperar su actividad laboral y familiar normal", ya que el tratamiento se realiza en la consulta, "de forma totalmente ambulatoria y se puede repetir tantas veces como sea preciso".
-Resultados
Los resultados de la escleroterapia son, desde el punto de vista estético, "muy adecuados, logrando una ausencia de cicatrices, la desaparición de los cordones venosos y la recuperación de la tersura de la piel. Esto, asociado a la comodidad de la técnica, ausencia de molestias y baja incidencia de complicaciones la hacen muy aceptada".