Las nuevas tecnologías

Por Carlos

Nadie, o casi nadie, discute la modernización de las administraciones públicas, pero la tecnología sin la correspondiente racionalidad no sirve de casi nada, para muestra un botón.

Una hermosa red como la de “Salud informa” que atiende a pacientes y usuarios las 24 horas del día durante 365 días al año, tiene un diseño peculiar, durante meses, cuando un usuario llamaba al teléfono de su centro de salud para intentar contactar con su médic@ y/o enfermer@, ante la saturación de las líneas, la llamada saltaba a una central situada a muchos kilómetros de distancia y se les informaba (con mucha educación) de la imposibilidad de pasar la llamada y por tanto de la necesidad de seguir llamando y llamando y saltando y explicando y volviendo a llamar hasta que lo lograse o ir personalmente al centro de salud.

Este sistema ya ocasionaba trastornos, pero lo de ahora es para nota, cuando el usuario llama, como las líneas al parecer siguen colapsadas, una voz automática les remite a un 902 como alternativa. El problemas es que los usuarios tienen “taytantos” años, no tienen bolígrafo a mano, su memoria retentiva no es boyante, algunos no ven bien y además no entienden que cuando le explican su problema a esta máquina, la voz metálica no les hace caso. El resultado es volver a la casilla de salida, acercarse al centro de salud, para hablar con alguien.

Y que no decir, si uno es víctima, que Dios no lo quiera, de un error en cualquiera de los datos administrativos de la tarjeta sanitaria, DNI, dirección o teléfono, porque entonces el usuario pasa al limbo de las historias clínicas que consiste en anular un historial de varios años y poner en su lugar uno nuevo, inmaculado, donde no hay ni un solo dato clínico y hay que comenzar a escribirlo de nuevo.

Curiosos estos avances de las tecnologías de la información.