La parotiditis es el nombre científico de las paperas, una infección de origen vírico que se contagia muy fácilmente y que hace que las glándulas salivales se agranden de manera dolorosa. En los adultos también puede afectar otros órganos. Cuando se ha pasado una vez inmuniza al paciente cara a futuras infecciones.
Aunque las paperas pueden afectar a personas de cualquier edad lo más habitual es que afecte a niños entre 5 y 15 años de edad y que se de especialmente entre finales de invierno y principios de primavera. En el tiempo inmediatamente posterior a la infección sus síntomas principales son el dolor y endurecimiento de la glándula parótida, lo que llega a provocar el elevamiento del lóbulo de la oreja. A los 2 o 3 días del contagio la glándula llega a su máximo volumen, también se produce fiebre menor de 40º.
Las paperas pueden provocar algunas complicaciones, aunque sean muy infrecuentes, como la inflamación de las meninges y el encéfalo, de testículo (que puede generar posteriores problemas de esterilidad), de ovario y del riñón, entre otras. Para evitar estos problemas el mejor tratamiento es la prevención con vacunas en edad infantil.
En la mayoría de los casos esta enfermedad se autolimita y solo requiere un tratamiento que aligere sus síntomas y que se basa, por lo tanto, en antitérmicos y antiinflamatorios. También es recomendable un cierto reposo (según las necesidades de cada enfermo) y una dieta basada en alimentos que no sean especialmente difíciles de ingerir teniendo en cuenta donde se encuentra la inflamación.