La aparente falta de síntomas, el desconocimiento sobre la posible evolución de la enfermedad o la necesidad de constancia para seguir un tratamiento diario hacen de la diabetes una patología con una importante falta de adherencia al tratamiento por parte de los pacientes. “A esto hay que sumarle el poco tiempo del que disponemos los especialistas en las consultas para hacer entender a nuestros pacientes cuáles pueden ser las repercusiones a largo plazo de su enfermedad”, explica el Dr. Ángel Merchante, especialista en Endocrinología y Nutrición del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia. Para conseguir una mayor interrelación entre el médico y sus pacientes, Lilly organiza el primer programa en habilidades de comunicación para endocrinología en toda España, bajo el título “La comunicación, herramienta en la terapia del paciente con diabetes tipo 2”, que pretende formar a unos ciento setenta especialistas lo largo de 2011.
“En la licenciatura en Medicina existe una carencia formativa muy importante sobre prácticas de comunicación y entendimiento con el paciente. Recibimos una amplia formación en conocimientos clínicos, pero la relación con el paciente se queda al margen y es totalmente secundaria”, indica el Dr. Merchante, responsable de este programa para la Comunidad Valenciana. Así, este curso propone el marco ideal para plantear y analizar los problemas puntuales o habituales que se plantean a la hora de transmitir el diagnóstico y las opciones de tratamiento por parte del especialista. “Es muy importante ser conscientes de que la comunicación médico-paciente constituye una herramienta terapéutica muy eficaz que permite modificar, e incluso revertir, el comportamiento del paciente hacia su enfermedad, desmitificando mitos inherentes a la diabetes, como la insulinización”, detalla el doctor.
El principal objetivo de este programa es proporcionar las habilidades necesarias para mejorar la comunicación médico-paciente, con el fin de favorecer la adherencia al tratamiento de los pacientes con diabetes tipo 2, promoviendo el cambio de una pasividad y delegación de su cuidado en el médico, a una activa y consciente autogestión por parte del paciente con su propia enfermedad.
Por su parte, el Dr. López de la Torre, especialista de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, afirma que “la consulta médica acaba por convertirse en una recogida rápida, fría y precisa de datos, que permite al médico cumplir su papel de ejecutor riguroso de protocolos y esclavo de rutinas, que tanto lo puede alejar de la verdadera responsabilidad del médico, que es entender las necesidades reales de cada paciente”. En este escenario, tanto el médico como el enfermo están necesitados de un encuentro real que lleve al conocimiento de los verdaderos problemas de la persona diabética y las posibilidades que puede ofrecer el médico. “Ambos tienen que hacer una valoración de los esfuerzos invertidos y de los resultados conseguidos”, concluye el especialista.
En este sentido el Dr. Merchante añade que “el paciente tiene sus propias barreras y miedos a la hora de plantearse que lo que vaya a escuchar en la consulta médica pueda repercutir en su vida diaria. Hay personas con mucha vida social o con una actividad diaria muy intensa para quienes seguir algunas pautas de comportamiento o ciertos tratamientos supone una carga emocional, familiar y social muy importante”. Así, la mejora en la comunicación también facilitará al especialista obtener información del paciente que permita la instauración de un tratamiento individualizado, ajustado a las características de cada caso, lo que revertirá en una mayor adherencia al tratamiento y un mayor control de la enfermedad.
-Una formación eminentemente práctica
Uno de los principales valores de esta iniciativa formativa es que está desarrollada por profesionales de la escuela de negocios ESIC, con una amplia experiencia en habilidades de comunicación. El programa está segmentado en varias jornadas de trabajo, en las que, de forma eminentemente práctica y a través de materiales clínicos y didácticos, se entrelazan los aspectos clásicos de la diabetes con el desarrollo de las herramientas de comunicación. El curso, además, realiza un análisis sobre la problemática social y emocional del paciente con diabetes en nuestro país, con el objetivo de que los especialistas puedan vivir en primera persona su situación y sentir hasta qué punto la diabetes condiciona realmente el día a día de estas personas.