Según el doctor Félix Lugo, especialista en Uroginecología, ‘la incontinencia
urinaria no es un síntoma normal en ninguna etapa de la vida’. Las alternativas
terapéuticas para abordar los síntomas de la incontinencia urinaria pasan por el
cambio en algunos hábitos, la reeducación vesical, la rehabilitación del suelo
pélvico, el tratamiento farmacológico y /o el tratamiento quirúrgico.
Contrariamente a lo que estos pacientes piensan, la reducción o supresión de
ingesta de líquidos perjudica su salud en general porque se suma a la ya de por
sí pérdida de líquidos del organismo a través de acciones como la sudoración, la
respiración y la expulsión de orina. Incluso, las recomendaciones diarias de
ingesta de agua establecen que se debe aumentar la toma de líquidos si se
realizan acciones que exijan concentración mental o actividad física, ya sean
por motivos laborales o de ocio.
Sin intención y de esta forma, los pacientes aumentan el riesgo de
deshidratación. Entre los desórdenes que puede causar la deshidratación, se
encuentran dolor de cabeza, sensación de cansancio, falta de concentración y
disminución del estado de alerta mental. Incluso, beber poca agua puede
favorecer el desarrollo de infecciones urinarias.
Entre las razones que los pacientes argumentan para dejar de tomar líquidos
se encuentra la creencia de que de esta forma se sienten más independientes y
pueden mantener mejor su vida social: salir más tiempo de casa sin la
preocupación de tener un baño cerca o viajar por un periodo de tiempo más
prolongado.
En este sentido, el doctor Félix Lugo, coordinador de la Unidad de
Uroginecología y disfunción del suelo pélvico de DIATROS Clínica de la mujer
explica ‘la incontinencia urinaria es más frecuente según aumenta la edad, esto
no significa que deba considerarse como una condición natural del
envejecimiento, por ello no es normal en ninguna etapa de la vida adulta. La
ingesta de líquidos por parte de pacientes que sufren estos trastornos debe
estar pautada por el profesional sanitario para no incrementar los síntomas y
garantizar, además, las necesidades de líquidos adecuadas.