Las plantillas ortopédicas

Por Gabriel Giner @esaludcom

Las plantillas ortopédicas son elementos o dispositivos que se utilizan para corregir y/o compensar las alteraciones funcionales y morfológicas de los pies, y en ocasiones, de las piernas.

Entendemos por corregir: llevar a una posición lo más normal posible las estructuras de los pies que se han visto alteradas, en este caso mediante la utilización de mecanismos externos como son las plantillas ortopédicas. Existirá corrección cuando tras unas pautas de tratamiento, al eliminar éste, las estructuras que se encontraban alteradas se mantengan ahora en la posición correcta.

Por otro lado, entendemos por compensar: el mecanismo mediante el cual se mantienen las estructuras del pie en la posición fisiológica durante el tiempo que se usa la plantilla. Esto significa que una vez retirada la plantilla ortopédica del zapato, el pie vuelve a su posición patológica. La compensación es característica de pacientes adultos en los que no se conseguirá una corrección de la deformidad.

Es importante subrayar que las plantillas ortopédicas deben ser tratamientos personalizados, realizados de forma individualizada a cada paciente, en ocasiones, incluso diferentes de un pie a otro. Por tanto, es conveniente huir de todas aquellas plantillas ortopédicas que se adquieren de forma automática, sin ningún tipo de prescripción por parte de los profesionales sanitarios: podólogos y traumatólogos.

¿Para qué sirven las plantillas ortopédicas?

Las plantillas ortopédicas se utilizan en la edad infantil, cuando el niño o niña se encuentra en desarrollo, para corregir las alteraciones funcionales y morfológicas que presenta en los pies. Por ejemplo: los pies planos, los pies pronados o supinados, el metatarsus adductus… Mediante las plantillas ortopédicas se intentarán llevar las estructuras alteradas poco a poco a su posición normal, y una vez que se logre, se mantendrá el tratamiento hasta que el niño o niña termine su desarrollo. Es importante resaltar, que para corregir las deformidades estructurales de los pies no hace falta colocar el pie en posiciones de excesiva corrección, como por ejemplo, ante un pie plano, elevar el arco o puente del pie de forma excesiva. Simplemente hay que conseguir que el pie se encuentre en una posición fisiológica y una vez ahí, mantenerla.

En los adultos, las plantillas ortopédicas tienen una función totalmente diferente. A esta edad, prácticamente, ya no se pueden corregir las alteraciones en la estructura de los pies mediante la utilización de plantillas ortopédicas. La importancia radica ahora en la necesidad de compensar esas alteraciones que existen y que modifican la forma normal de caminar y provocan dolores, aparición de callos y durezas, deformidad progresiva de los pies, etc.

Con las plantillas ortopédicas se compensará la alteración en la forma de caminar, intentando que ésta sea lo más fisiológica posible. Se repartirán las presiones que soportan los pies de manera uniforme y equilibrada para eliminar los dolores que afectan a los pies, evitando en lo posible que aparezcan callos y durezas. Las plantillas ortopédicas también ayudarán a frenar las deformidades progresivas que afectan a los pies, evitando que vayan a más.

¿Cómo se fabrican las plantillas ortopédicas?

Dependiendo de qué tipo de plantillas vayamos a fabricar emplearemos una técnica y unos materiales específicos.

Por ejemplo, en el caso de las plantillas por elementos, lo primero que se prepara es la base de la plantilla. A ésta se le van a ir añadiendo las diferentes piezas (arcos, barras de descarga, cuñas, taloneras…) según nos indique el diseño. Para la fabricación de estos arcos y cuñas se emplean materiales como el corcho, el caucho, el látex, etc. Por último se coloca el forro superior de tacto agradable que estará en contacto con la piel de los pies.

En el caso de las plantillas realizadas mediante la técnica en directo, lo primero será escoger el material que vamos a utilizar y sobre todo el tamaño correcto (que debe coincidir con el del pie del paciente). A continuación, se calientan todas las partes de la plantilla por separado y se unen en el momento de ajustarlas al pie. Luego se introduce el pie con la plantilla en una especie de bolsa donde se realiza el vacío con un “aspirador” especial denominado vacum. Por último, se modela la plantilla según la corrección o compensación necesarias directamente sobre el pie del paciente.

En las plantillas ortopédicas termoconformadas se utilizan materiales termoplásticos para su confección. Estos materiales permiten ser moldeados a temperaturas muy elevadas y una vez que se enfrían conservan la forma que se les ha dado. Para su elaboración es necesario partir de un molde del pie del paciente que se obtiene mediante vendas de escayola o una espuma fenólica. Una vez preparado el molde es rectificado aplicando las correcciones y compensaciones necesarias. Una vez preparado dicho molde se procede a elegir los materiales, a recortarlos de acuerdo al tamaño específico y a calentarlos en hornos industriales. Una vez calentados, se van colocando sobre el molde desde la capa superior (que estará en contacto con el pie) a la inferior (forro a la base).

Funcionamiento de la plantilla

Es importante conocer que el éxito de un tratamiento ortopédico con plantillas no sólo reside en la utilización de las mismas. Es casi igual de importante acompañar el tratamiento mediante plantillas con un calzado adecuado. Si el zapato que lleva una persona no es el correcto, incluso el mejor tratamiento, las plantillas mejor diseñadas y fabricadas, pueden fracasar en nuestros intentos por corregir o aliviar una sintomatología dolorosa en los pies.

Por esa razón, debemos prestar un importante cuidado al calzado que vamos a utilizar conjuntamente con las plantillas ortopédicas.

Las plantillas ortopédicas van a actuar ejerciendo presiones de abajo hacia arriba sobre determinadas estructuras del pie. Esas presiones están producidas de forma controlada sobre zonas específicas del pie mediante las diferentes partes de las plantillas ortopédicas. De esta manera se conseguirán corregir las posiciones anómalas de ciertas estructuras del pie, siempre y cuando dichas estructuras no se encuentren fijadas de forma rígida o el desarrollo del individuo haya concluido. En el caso de emplear unas plantillas ortopédicas compensadoras, las presiones se ejercen en regiones o áreas específicas que nos permiten descargar sobrecargas que puedan existir y repartirlas en toda la superficie del pie.

Además del diseño correcto de las plantillas, es muy importante el material del que están confeccionadas. Hoy en día existen grandes cantidades de materiales y todos ellos tienen propiedades diferentes. Por ejemplo, existen diferencias en cuanto a la dureza de los materiales (inclusive en el mismo tipo de material), diferencias en cuanto a la existencia o no de “memoria” en el material, que será aquella propiedad que posee el material de recuperar su forma original después de ejercer una deformidad sobre él. Propiedades de absorber las presiones ayudando a disipar las mismas.

Tipos de plantillas

Podemos clasificar las plantillas ortopédicas dependiendo de:

  • Los materiales que las componen.
  • La función que queremos que desempeñen: correctora o compensadora.
  • La forma de fabricación.
  • La edad de los pacientes.
  • El tipo de alteración o deformidad que vayamos a tratar.

Haciendo un breve repaso en la historia podemos observar como ha habido profesionales que han “donado” su nombre a un tipo de plantillas ortopédicas. Tenemos por ejemplo, el supinador de Withmann, que consistía en una plantilla metálica que tenía un arco muy elevado, o la plantilla de Lettermann que era una especie de bolsita compuesta de gutapercha y que se colocaba en el interior del zapato moldeándose al caminar. Las plantillas de corcho, ideadas por Lefort, que eran más fáciles de trabajar. Posteriormente aparecieron el látex, el cuero y los materiales termoplásticos para la fabricación de plantillas ortopédicas. Con los adelantos técnicos se ha investigado en la creación de nuevos materiales con nuevas y mejores propiedades.

En la actualidad, las plantillas ortopédicas que se utilizan son:

  1. Plantillas ortopédicas por elementos: se utilizan cueros o materiales agradables como forro de las plantillas mientras que en el interior de las mismas se emplean materiales como el corcho o el caucho para fabricar los arcos o las cuñas.
  2. Plantillas ortopédicas realizadas mediante la técnica “en directo”, que como su propio nombre indica se fabrican con materiales especiales que nos permiten trabajar directamente sobre el pie del paciente. Normalmente son materiales que se calientan a una temperatura, se aplican y se diseña la plantilla directamente sobre el pie.
  3. Plantillas ortopédicas termoconformadas sobre molde de escayola o resina. Serán aquellas plantillas que para su elaboración requieren la realización de un molde previo del pie del paciente. El molde se suele realizar bien con vendas de escayola o mediante una espuma fenólica. Este molde se diseña, se corrige y después se moldea sobre él con materiales termoplásticos.