Los habituales sabréis de mi tío por algunas de sus recetas que he ido publicando en el blog, como las deliciosas Patatas del tío Pablo, ideales para una cena ligera o para cuando no te encuentras muy bien, o su maravilloso cordero asado, una receta que aprendió de su madre, mi abuela, y que yo heredé por lo que es mi receta de cordero asado clásica.
Ya os contaré otras recetas de mi tío o las prepararé como homenaje, porque sus callos eran míticos y también otras preparaciones que nos hacía, siempre utilizando los mejores ingredientes. Como buen aficionado a la comida, era muy seguidor de mi blog y de otros de la blogosfera gastronómica y guardo muchos recuerdos con él en restaurantes o comiendo en su casa.
Realmente, le debo mi pasión por la cocina y por comer bien. Siempre estaba atento a los nuevos productos, aceites de primera presión y otros artículos singulares que le pudieran gustar y gracias a él conocí a algunos de los mejores comercios de productos gourmet de Madrid.
Nunca te olvidaremos, Pablo. Lástima no haber compartido más tiempo juntos. Sed felices,