A veces, el esfuerzo simplemente consiste en localizar algo interesante y copiar y pegar. La sección de este blog llamada “Aportaciones de otros” recoge estas involuntarias colaboraciones. Siempre, absolutamente siempre, pondré el autor de ese texto y donde lo he leído. Primero, por respeto al trabajo de los demás y después, por si acaso a alguien no le gusta, que dirija los palos al lugar adecuado. No quiero los aplausos que otro se ha ganado, pero tampoco los palos.
Viene todo esto a cuento de que tengo un considerable cabreo ante la actitud de alguien de quien desconozco todo, excepto que tiene una web que se llama www.lasgafasdeangelino.com (no te cobro nada por la publicidad) y en ella ha reproducido de manera literal, con asterisco explicativo incluido, mi “Romance del Bautista”. Este es el enlace del plagio: http://www.lasgafasdeangelino.com/2011/07/02/romance-del-bautista/ . Es obvio que no se trata de una obra maestra de la poesía actual, pero si que se trata de algo que, para bien o para mal, me he trabajado yo. Quizás cogiéndomela con papel de fumar, incluso aclaro que una de las cuartetas está inspirada en un comentario de otro, de ahí el asterisco explicativo y los versos del Camborio no los explico porque me parecería un insulto a mis lectores. Puede resultar gratificante que alguien considere digno de publicar en su web tu trabajo, pero mucho más gratificante sería que se citara la fuente, para que no se preste a equívocos. También resulta curioso (no sé si paradójico o paradigmático) que se trate de un romance que habla del Presidente de los que defienden los derechos de autor.
Se da la circunstancia de que por más que he buscado en esa web, no encuentro manera de contactar con su administrador, ni de forma pública, ni de forma privada, que hubiera sido la manera elegida por mí para hacerle llegar mi descontento. En vista de lo cual, me desahogo en mi blog, que también me sirve para esto.
Todo lo que publico en este blog puede ser copiado, total o parcialmente, sin ningún tipo de restricción, pero por favor: no cuesta nada decir de donde lo han cogido.
Favor por el que les quedaré eternamente agradecido.