La suerte que ha tenido John Hawkes a la hora de interpretar al joven Mark, es tener enfrente a Helen Hunt (Cheryl), como terapeuta sexual a la hora de superar el reto que él mismo se había planteado, porque no cabe decir otra cosa que está brillante, y que la naturalidad y la sencillez con la que muestra su desnudez ante las pantallas es un nuevo síntoma del buen hacer de esta gran actriz. Sus movimientos, sus miradas, y la conexión que surge entre ambos, es sin duda la chispa de la película y la manifestación de la espiritualidad que envuelve a las personas cuando el canal de las palabras sigue su curso y fluye con energía. En este caso, ese canal es la poesía, como mejor manifestación de los sentimientos, pero no de una forma ambigua o enigmática, sino directa y profunda, como sólo alguien que vislumbra que está ante una de las experiencias de su vida puede manifestar. Pues a medida que avanzan las sesiones, uno se queda con la duda de quién da más a quién.
En definitiva, Las sesiones es una plácida muestra del cine independiente norteamericano, que tiene todos los ingredientes para hacerse con el beneplácito del público, a poco que éste esté dispuesto a romper las barreras que nos pone la vida.
Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.