Las variables del cambio – tu visión

Por Valedeoro @valedeoro

Existen dos tipos de cambio en tu vida: los voluntarios, provocados por tu afán de cambiar algo, y los involuntarios, impuestos por las circunstancias y tu entorno. En ambos casos la actitud que tienes frente a estos cambios es imprescindible para que no pierdas el rumbo. Entre las variables de cambio, la visión es el ingrediente crucial que te permite convertir cualquier cambio en algo tuyo.

¿Qué quieres conseguir con este cambio?

Tu visión es tu objetivo, la razón de ser del cambio que estás encarando. Si el cambio es premeditado: ¿cuál es la situación a la que quieres llegar? ¿De qué te sirve el hábito que estás intentando implantar? ¿Puedes describir el resultado final? Al empezar el cambio con el objetivo final en mente podrás dirigir tus energías y concentrarte en las cosas que realmente te acercan a este objetivo.

Si no tienes claro por qué estás llevando a cabo este cambio, corres el riesgo de andar en círculos. Reaccionarás en vez de actuar con firmeza. Esta confusión es una de las razones por las que es más difícil lidiar con cambios involuntarios: es imprescindible que te creas tu visión para poder convertir el cambio en una oportunidad.

El arte de descubrir la meta en la adversidad

Hay cambios que se te imponen sin que te preguntan si encaja con tu plan de vida. Aún así puedes incorporarlas en tu visión y entender estos obstáculos como una oportunidad de crecimiento y de desarrollo. El secreto está en concentrarte en las nuevas opciones que tienes a tu disposición ahora en vez de lamentar lo que ya no es posible. Si tu nuevo horario de trabajo ya no encaja con la clase de música, investiga que opciones hay en otros horarios. Quizás existe un coro que practica en la hora del descanso o tal vez puedes practicar antes de tu trabajo. Si tienes que cambiarte de piso, aprovecha la oportunidad de encontrar un nuevo piso que acomode las nuevas actividades que has creado en los últimos años.

Sin duda es más fácil crear una visión para los cambios que tu mismo has querido provocar. Aún así, la creación de una visión para los cambios involuntarios es una gran herramienta que te permite salir del victimismo y volver a ser protagonista de tu propia existencia. Será tu reto dotar este cambio de sentido, incluirlo en tu plan de vida y aprovechar las oportunidades que pueden surgir de él.

Al final de cuentas, es cuestión de práctica. ¿Sabes cuál es tu visión?