La respuesta de Lauda fue decirle a Hamilton que si se quedaba en McLaren, el equipo que lo había apoyado desde que era joven, siempre sería el 'bebé' del ex jefe de equipo, Ron Dennis. “Pero si haces ganar a Mercedes después de (Michael) Schumacher, podrías ser una leyenda más grande que cualquier otra persona. Se despertó y dijo 'vamos a hablar de ello’. Así que esto fue realmente lo que le atrapó”.
Lauda temía que una victoria en Singapur ese mismo fin de semana, y una intensa presión por parte de McLaren y de Ron Dennis, pudieran influir en la mente de Hamilton de nuevo, por lo que sus deseos e intereses estaban muy lejos de los del piloto británico y su por entonces escudería: “Estaba sentado frente a la televisión y decía ‘por favor estréllate, por favor retírate’. Estaba sentado y esperando que pasara y ¡bingo! La caja de cambios rota. Fui a verle (a Hamilton) justo después”, finalizó el actual presidente no ejecutivo del Consejo directivo de Mercedes.
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