Aunque esta medida se muestra bastante positiva para el espectáculo, a figuras como el presidente no ejecutivo de Mercedes, Niki Lauda, les gustaría que este organismo se lavara las manos totalmente respecto a lo que pase en la pista. En su opinión, demasiada regulación da la impresión de que los pilotos se han convertido en gladiadores, y eso es algo que no gusta a los fans.
"He hablado con Bernie (Ecclestone) sobre ello, y con Charlie (Whiting) en Austria también. Lo que no me gusta es que cuando veo una carrera como Montreal, en la que Nico (Rosberg) y Lewis (Hamilton) están cerca el uno del otro en la primera curva y por la pantalla me entero de que están bajo investigación", declaró el de Mercedes para Autosport.
Al tratarse Lauda de un ex piloto que pudo disfrutar de la época dorada del deporte, es normal que eche de menos sus años de competición en los que las cosas, para bien o para mal, eran bastante más diferentes. Sobre las pocas semejanzas entre aquella y ésta era decidió habar con el director de carreras del Gran Circo, Charlie Whiting y el jefe de la F1, Bernie Ecclestone.
"Fui a hablar con Charlie y con Bernie y les dije que necesitamos volver a los comienzos de la Fórmula 1, cuando estaban Nelson Piquet y el otro chico (Eliseo Salazar) en Hockenheim. ¿Os acordáis de esto? Deberíais dejarles esto a los pilotos. No hay que interferir en esto", añadió el austríaco.
Por su parte, Lauda cree que si la FIA no se metiera tanto en este tipo de incidentes, el espectáculo aumentaría porque los pilotos estarían más dispuestos a correr riesgos y se verían muchos más aspectos de su personalidad en la pista.
"De verdad, es una broma. La audiencia nos abandona porque hemos dejado de ser pilotos. Incluso el accidente de Sergio Pérez y Felipe Massa, si nos hacemos a la idea de reducir la influencia de los comisarios, entonces ni siquiera hubiéramos hablado de él. Fue un incidente de carrera normal, gracias a Dios no pasó nada, eso es lo que diría", explicó el ex piloto.
Además, el de Mercedes acude a las grandes cifras económicas que cuestan todas estas investigaciones y las propias sanciones como otro de los argumentos que pone a su favor para detener lo estricto de estas regulaciones.
"(En Austria) cuando vi que había otra investigación (la de Vettel y Gutiérrez) pensé que se habían equivocado. Esto tiene que parar. Si tras una carrera alguien protesta por algo injusto, está bien. Cuesta mucho dinero, abogados y sandeces. No tiene que pasar. Dejaría a los pilotos libertad para competir. Todo se controla demasiado", afirmó.
En conclusión, Lauda insiste en que la F1 está demasiado reglada, y esto, según describe el austríaco, hace que los pilotos se sientan como si estuvieran corriendo en un corralito supervisados por una niñera.
"Correcto. Se lleva todo el interés. Charlie está de acuerdo, tengo que decirlo, y van a hacer algo, para intervenir cada vez menos en esto", finalizó.