Como habréis oído o leído en algún medio, estos últimos días, en Alemania han muerto diversas personas por causas que todavía no están del todo claras. Aunque los primeros dedos acusadores apuntaron hacia el pepino que provenía de España, ahora resulta que el pobre no tenía nada que ver en toda esta historia y se le ha creado mala fama injustamente. Total, que hoy desde aquí os queremos animar a que no sólo lo volváis a comer pepino sino que, además, preparéis un jabón suave y fresco con él.
Material necesario:
- 225 g de aceite de oliva
- 145 g de hidróxido de sodio (sosa cáustica)
- 415 g de agua destilada
- 400 g de aceite de coco (lo venden en las farmacias en formato sólido)
- 280 g de grasa vegetal (es decir, como margarina)
- 1 taza de pepino fresco cortado a trozos y sin pelar
- (opcional) 2,5 ml de extracto de pomelo, colorante alimenticio y unas gotas de fragancia de jazmín
Pasos a seguir:
1- Engrasar los moldes de silicona a utilizar y pesar todos los ingredientes.
2- Colocar todas las grasas y aceites en una olla a fuego lento.
3- Por otro lado, añadir el pepino a el agua destilada y licuarlo bien (con licuadora o a mano).
4- En un cubo de plástico, mezclar el agua con pepino con la sosa cáustica. La sosa reacciona con el agua y podría quemarnos, por lo que este paso debe hacerse con cuidado y se recomienda usar guantes y protección para los ojos. Remover hasta que se disuelva bien.
5- Añadir los aceites derretidos a la mezcla química del cubo de plástico y remover intermitentemente hasta que la mezcla se espese y forme el cuajo. Es importante remover siempre en la misma dirección porque sino la mezcla se podría cortar. Este paso suele tardar unos 20 minutos.
6- Añadir las fragancias y colorantes deseados (opcional).
7- Verter la mezcla en los moldes de silicona, cubrir con una toalla y dejar asentar durante todo un día. Pasado este tiempo, sacar el jabón de los moldes y dejarlo reposar durante 4 semanas antes de utilizarlo.