Lecciones que nos da la Vida: El Poder de la Persistencia

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

Lo importante es entender que la Capacidad de Persistencia está completamente a la orden de nuestras emociones. Si no fuera así, todos tendríamos éxito en cualquier cosa. Es de suma importancia internalizar el hecho de que nuestra persistencia depende de nuestras emociones. Si entendemos eso, podemos aprender a manejar nuestras emociones (engañarlas a veces) para poder persistir.
En muchas ocasiones en mi vida he comenzado algo y no lo he terminado. Por alguna razón u otra, no he persistido. En la mayoría de los casos, al mirar atrás, me he arrepentido profundamente.
Lo que te quiero decir es que no me veas como el experto en el tema. Probablemente he caído más veces que tú. Simplemente lee estas líneas como mi aprendizaje del proceso… caídas… pero también victorias.

En toda meta, emprendimiento, proyecto, existe un momento donde quieres renunciar. En esos momentos, esto es lo que hago:
1- Recuerdo mi meta, mi sueño:
Recordar tu sueño o tu meta es un proceso reparador. En este proceso no doy cabida a la duda. Simplemente pongo mi mente a volar comenzando con la pregunta: ¿Qué pasa si sí?
Muchas veces esto es más que suficiente para motivarte nuevamente a continuar el camino. En otras ocasiones no. Muchas veces los golpes, el rechazo, la frustración han sido tan fuertes que necesitamos una fuente más fuerte de motivación.
2- Leo o escucho historias de personas de éxito:
Ahora bien, no voy a escuchar las historias del niño que nació con un don especial y antes de los 20 años ya era Doctor, o de la hija de X celebridad que a los 15 años ya tenía 10 millones de dólares.
Busco escuchar historias de éxito llenas de fracaso. El 95% de las personas exitosas tienen historias así; y dentro de ese grupo, existen personas que son muy buenos contando su historia y haciendo énfasis en los fracasos.
El fracaso, el dolor… conecta. Cuando escucho la historia de alguien que fracasó y fracasó, y luego lo logró, salgo inspirado. Me convence de que el momento en el que estoy pasando es normal y otros han pasado por algo similar.
3- Converso con mi mentor:
Soy sincero con mi mentor de los sentimientos que estoy experimentando. Uno debe ser siempre honesto con tu mentor. Es una de las personas que más te puede ayudar en los momentos más duros.
Otra opción a tu mentor puede ser tu pareja o un gran amigo. Ellos normalmente buscan lo mejor para ti y te pueden ayudar también. Lo importante es que seas sincero. La mejor arma contra cualquier sentimiento que te quiera hundir es ser sincero a otros sobre el mismo. No lo escondas, no des la imagen de lo que no es. Los malos sentimientos carcomen el espíritu y cuando salen puede ser demasiado tarde.
4- Paro de monitorear mi meta:
Quiero ser cuidadoso con este punto porque se puede prestar a confusión. Existen momentos en que estás haciendo todo lo que se debe hacer de la manera correcta y lamentablemente no estás teniendo los resultados esperados.
En el momento en que me convenzo de que lo que estoy haciendo lo estoy haciendo bien, entonces y sólo entonces, dejo de monitorear mi meta. En ese momento dejo de enfocarme en el progreso y me enfoco en el proceso, en la actividad.
La mayoría de las veces la frustración viene del monitoreo de los resultados. Hay momentos en que necesitamos olvidarnos temporalmente de los resultados y simplemente enfocarnos en hacer lo que tenemos que hacer… en trabajar duro y punto.
5- Me tomo un pequeño descanso:
En varias oportunidades me di cuenta que el sentimiento de querer renunciar venía simplemente de un extremo cansancio. Existen momentos donde necesitamos parar por un corto tiempo. Necesitamos tiempo para restaurarnos.
Idealmente los descansos debemos planificarlos proactivamente, pero la realidad es que muchas veces nos entusiasmamos con nuestro sueño y trabajamos sin descanso hasta que nos drenamos. Un corto descanso de un fin de semana o una semana puede ser lo que necesitas para motivarte nuevamente a seguir en la lucha.
Uno de los escritos más hermosos, motivantes y profundos sobre la persistencia lo leí en el libro “El Vendedor más grande del Mundo”. Aquí te dejo un fragmento del libro:
Persistiré hasta alcanzar el éxito. Los premios de la vida se encuentran al final de cada jornada y no cerca del comienzo, y no me corresponde a mí saber cuántos pasos son necesarios a fin de alcanzar mi meta. Puede aún sobrecogerme el fracaso al dar mi milésimo paso, y sin embargo quizá el éxito se oculte detrás del siguiente recodo del camino. Jamás sabré cuán cerca estoy del éxito a menos que doble la curva. Siempre daré un paso más. Si ese no es suficiente, daré otro y aún otro. En realidad, un paso por vez no es muy difícil…
…Se me comparará con las gotas de lluvia que finalmente se llevan la montaña; la hormiga que devora al tigre; la estrella que ilumina la tierra; el esclavo que construye una pirámide. Edificaré mi castillo usando un ladrillo por vez porque yo sé que los pequeños intentos, repetidos, completarán cualquier empresa…
… Mientras haya hálito en mí, persistiré. Porque ahora sé uno de los grandes principios del éxito: si persisto lo suficiente alcanzaré la victoria.
Recuerda siempre que todos en algún momento queremos renunciar. Los golpes, el rechazo y la frustración por no lograr los objetivos que queríamos lograr generan ese sentimiento en nosotros… es normal. Lo importante es poder dominar el sentimiento y seguir adelante a pesar de que exista el mismo hasta que lleguemos a la meta planteada.
Fuente: Blog Liderazgo Hoy.
C. Marco