Leche: ¿Cuál elegir?

Por Marisarodriguez

¿Cuántos tipos de leche conoces? Hace algunos años no había muchas opciones a la hora de comprar leche. Actualmente puedes elegir entre una gran variedad de productos con diferente vida útil, nutrientes, calorías y presentaciones.
Veamos algunos de las variedades que puedes encontrar en el supermercado:
Leche pasteurizada

Es sometida al proceso de pasteurización con el objetivo de eliminar microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud. El proceso consiste en calentarla a una temperatura de 73ºC durante 20-30 segundos y enfriarla inmediatamente a 4ºC. Es lo que conocemos como 'leche fresca' y debe consumirse dentro de los 3 días posteriores a su envasado.
Leche UHT (ultra high temperature) o UAT (ulta alta temperatura) o larga vida:

Esta leche se somete durante 2 a 4 segundos a una temperatura entre 130 y 150ºC. Inmediatamente es enfriada a menos de 32ºC y envasada en envases estériles y herméticamente cerrados. Según el proceso de envasado y el tipo de envase puedes encontrar:

  • La leche en 'caja' (también puede utilizarse otro envase), la cual puede conservarse durante 6 meses fuera del refrigerador, a temperatura ambiente.
  • La que viene en sachet, tiene una vida útil de 30 días aproximadamente y debe conservarse en el refrigerador.

La desventaja de prolongar la vida útil es que su aporte de vitaminas va disminuyendo durante la conservación.
Leche homogeneizada

Se reduce el tamaño de los glóbulos de grasa para lograr un mejor color (blanco más intenso), una mejor textura y disminuir la formación de nata.
Leche entera

Contiene como mínimo 2,6% de grasa. Una taza = 135 calorías.
Leche descremada o desnatada

Se ha eliminado la grasa casi completamente (no supera el 0,5%). Al retirar la grasa se reducen las calorías: una taza = 80 calorías.
Leche semidescremada o parcialmente descremada

Se retira parte de la materia grasa. Debe contener entre 1,5 y 2% de este nutriente. Una taza = 110 calorías.
Leche extra calcio

Leche entera, parcial o totalmente descremada, a la que se le adiciona calcio y algunas vitaminas (generalmente A, D y E). Quienes no llegan a cubrir sus requerimientos de calcio con los lácteos comunes podrían optar por los enriquecidos con este mineral.
Leche con hierro y vitaminas

Leche entera fortificada con hierro y vitaminas (A, D y E). Especialmente indicada para personas con mayor riesgo de padecer deficiencia de hierro: niños, mujeres, embarazadas, adolescentes.
Leche con omega 3

Leche parcialmente descremada adicionada con aceite de pescado y algunas vitaminas (C, E y B6). Los omega 3 son las grasas recomendadas principalmente para proteger el aparato cardiovascular. ¿No consumes pescado ni suplementos de omega 3? Entonces podría ser una opción.
Leche deslactosada
Pensada para aquellas personas que padecen intolerancia a la lactosa, ya que contiene 85% menos de este azúcar. La lactosa es un tipo de azúcar presente naturalmente en la leche y la intolerancia a la lactosa es la incapacidad para digerirla.
Estas son las más comunes. Como ves hay una para cada tipo de consumidor. ¿Cuál eliges?
Marisa Rodríguez
Nutricionista

Foto: Flickr (macalit)