Libros para todos los estilos
Además del coffe table book sobre París que recibí en Navidad, en mi cumpleaños me regalaron tres libros: dos novelas y uno de relatos. Son todos muy diferentes en cuanto a profundidad, calidad narrativa y temáticas; y de cada uno tengo algo para decir. Por ejemplo, Antigua vida mía, de Marcela Serrano -de quién nunca antes había leído nada- me resultó interesante desde la perspectiva latinoamericana; hay gran cantidad de rasgos culturales y descripcones que reflejan la idiosincrasia de nuestro continente. En cambio el abuso del énfasis puesto en la cuestión femenina -como una mezcla de poder infinito y desgracias ancestrales a causa del machismo y la incomprensión de nuestra complejidad de género- me resultó agotador; el regodeo en la comunidad de mujeres que todo lo puede y se salva a causa de su fuerza interior es un tanto redundante para mi gusto. Por su parte, la descripción de la ciudad de Antigua en Guatemala me dió muchísimas ganas de viajar hasta allí y perderme en esas calles repletas de colores y pasado. ¿Ustedes leyeron algo de Serrano? ¿Les gusta?
El libro de relatos Mentiras de verano es de Bernard Schlink, autor de "El lector", esa obra mestra que fue llevada al cine y que narra la vida de un joven enamorado de una mujer con un pasado ligado al nazismo. En esta oportunidad leí sus relatos que son exquisitos. En cada uno de ellos la mentira, los secretos y engaños -de diversa magnitud y complejidad- son disparadores para indagar en el alma humana y sus misterios, en las miserias y glorias que encierra cada persona y en las maneras en que los personajes eligen hacerle frente a la realidad. Lo recomiendo con fervor.
Cuando viajé a Jujuy me llevé un libro que acompañó de una manera especial mi experiencia en el norte. Se trata de Las voces del desierto -ahora lo presté y por eso no tengo foto original- escrita por Marlo Morgan. Esta novela cuenta las vivencias de la autora en contacto con una tribu del interior de australia. Más allá de las polémicas en torno a si lo relatado fue verídico o no, lo que cuenta la protagonista es lo suficientemente movilziador como para llevarnos a preguntarnos qué queremos en verdad en la vida; dónde reside la fuente de nuestro binestar, qué lugar ocupa lo material y cuánto espacio le damos a lo espriritual a la hora de tomar decisiones. Es un viaje hacia nuestro interior y vale la pena recorrerlo.
Cuando en Navidad recibí Portraits of Paris les prometí que iba a compartir acá algunas de las joyas fotográficas que contiene. Pues míren!
Además de las fotografías hay análisis de cada momento de la historia de París y el libro recorre desde los daguerrotipos de fines del siglo XIX hasta las más modernas tomas de la Ciudad Luz con el ojo de profesionales y amateurs que se enamoraron de este escenario y lo retrataron en cada momento y en cada rincón. Insisto lo dicho entonces, un lujo en papel ilustración!
Este desplegable va camino a ser fotocopiado y enmarcado para el living de casa
Por último y sólo porque es lo que estoy leyendo ahora, el libro que me tiene totalmente embobada: Anna Karenina de Tolstoi. Siempre le tuve mucho respeto y algo de distancia porque las más de 800 páginas me intimidaban un poco. Pero ante el inminente estreno de la película protagonizada por Keira Knightley y Jude Law, quise pasar por la experiencia de leerlo antes de ver la versión resumida y adaptada del cine -en el blog de Audrey hay más data-. Debo decirles que me fascina; no sólo por la calidad narrativa, sino por el contenido histórico y etnográfico que ofrece. Tanto sea en relación con la vida de la nobleza y realeza rusa de mediados del siglo XIX, como por los conflcitos de tipo social que se evidencian -el avance del comunismo, las diferencias entre un país eminentemente agrario con la Europa industrializada de entonces; las polémicas en torno al rol de la mujer, la educación del pueblo y el papel del Estado; las convenciones y rituales de los grupos dominantes, ente otras tantas cuestiones más-. Y en medio de todo eso, una historia de amor capaz de arrastrar con lo que se interponga en su camino. No puedo estar más feliz que en este momento leyendo Anna Karenina.
Pero como también el verano es tiempo de lecturas livianas y pasatistas, nunca han de faltar las revistas -semanales y mensuales- a la hora de tenderse al sol -eso sí, con alta protección solar-. Estas son las de mi revistero...
Bien, qué me dicen de mi lista de lecturas? ¿Leyeron alguno de estos libros? ¿Quieren recomendar o aportar información sobre otros? Bienvenidos sean. Nada me va a gustar más que leer sus sugerencias y comentarios, amig@s... Que empiecen muy bien la semana, besos:>