LEÍ
Para acabar con Eddy Bellegueule es un libro durísimo escrito en primera persona por Édouard Louis. Se trata de la autobiografía de un joven francés que debe hacerle frente a su condición de homosexual en un mundo que se muestra hostil frente a las diferencias. Un relato descarnado de diferentes momentos de su infancia y adolescencia cargando con el peso de no ser lo que se esperaba de él. Me gustó mucho más como análisis sociológico que como obra literaria -aunque sí tiene su valor-. Creo que da para pensar(nos).
Mis tardes con Margueritte es una novela francesa que tuvo su versión cinematográfica hace unos años y narra la historia de un hombre rústico y solitario que entabla tierna amistad con una anciana. La presencia de esta mujer logra obrar maravillas en él a la vez que ese extraño vínculo le ofrece nuevo sentido a los últimos años en la vida de Margueritte. Sutil y nada pretenciosa, esta historia logra conmover por sus toques de humor sencillo y aires melancólicos. Se lee fácilmente y nos deja con una sonrisa.
A Punta del Este me llevé Las partículas elementales de Michel Houellebecq. Ya les dije que este autor es muy interesante por la complejidad que plantea en sus libros demostrando gran erudición sobre los temas abordados. Así como en El mapa y el territorio hacía gala de la crítica a los consumos culturales posmodernos, acá se concentra en los resabios de las luchas y consignas de los 60's y 70's en una sociedad occidental qué él muestra como perdida frente al mundo disgregado e individualista. Trata de dos medio hermanos que comparten desamor y abandono y no hacen sino prolongar esas soledades en sus vidas adultas. El sexo -o la ausencia de éste- es un ingrediente omnipresente en el libro y lejos de lo erótico o pornográfico, es expresión de la última resistencia de ese mundo libertario que se niega a asumir su defunción. Por momentos me resultó reiterativo y un poco denso. No diría que me encantó aunque tiene su valor literario, sin dudas.
El año pasado leí dos libros de Murakami; uno me encantó -ver acá- mientras que Crónica de pájaro que da cuerda al mundo me resultó pretencioso, excesivamente largo, reiterativo y por ende, no me gustó nada. Por esa razón había decidido tomarme un descanso de este autor, pero Aninka me prestó Baila baila baila y me dejé tentar. ¡Lo bien que hice! Me resultó un libro interesante y ameno. Los climas de Murakami vuelven a darse cita aquí -la soledad, la oscuridad, el abandono- pero con mejores resultados que en otras novelas. Además, dentro del libro hay otra historia -policial en este caso- lo cual hace más interesante la trama.
LEO
Estoy a full con este clásico y no puedo apartarme de él; no sé cómo no lo leí antes, siendo una romántica empedernida y amante de la literatura del siglo XIX. Reconozco que vi un par de adaptaciones de Cumbres borrascosas en el cine y me quedé ahí, así que ahora aprovecho a disfrutar de todos los detalles y descripciones propias de la época que en el libro abundan. La historia de Catalina Earnshaw y Heathcliff refleja los típicos culebrones con la heroína que sufre y enloquece, el galán recio y salvaje, los conflictos de clase y las batallas morales. Jugoso por donde se lo mire.
LEERÉ
Varias personas me recomendaron este libro así que mi proveedora oficial y amiga, Valeria, me lo va a prestar en breve. Después les cuento qué tal es...
Hasta aquí mis lecturas de verano, y ustedes, qué leyeron? Espero sus comentarios y recomendaciones, como siempre. ¡Nos inspiramos entre tod@s! Buen jueves, nos leemos:>