Puedo considerar ya maduros los frutos, siento sus efectos en todo lo que actualmente emprendo. Puedo mirar con agrado casi todo lo que me ha ocurrido, ya sean alegrías o penas; los acontecimientos me han conducido hasta ahora como a un niño. Cuando queremos contemplar una vida humana y valorarla con justicia no debemos dejarnos guiar por los acontecimientos ocasionales, los dones de la fortuna, los giros caprichosos del destino. Pues sólo son el resultado de la coincidencia de circunstancias externas que son las primeras que saltan a la vista. En cambio, precisamente aquellas experiencias mínimas, aquellos acontecimientos interiores a los que no damos importancia, son los que con más claridad muestran la totalidad del carácter de un individuo, pues se desarrollan orgánicamente según la naturaleza humana, mientras que los otros no le pertenecen, sólo están unidos con él de forma inorgánica. Ya va siendo hora, tal vez, de que todos tomemos las riendas de los acontecimientos y entrar de lleno en la vida. Y de este modo liberarnos de todo aquello que nos encadena; no se necesita dinamitar las rocas, sino que, inesperadamente, éstas caen por sí solas. Y ¿dónde está el grillete que al final aún nos aprisiona? ¿Es el mundo?
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Album : Leo Parker: Let Me Tell You ‘Bout It (1961)
song : blue leo