Cualquiera que vea un cuadro de Isabel Villar lo reconocerá al instante. Y es muy difícil en un mundo como el que vivimos ser capaz de mantener un estilo propio, pero ella lo he conseguido por una sencilla razón: pinta lo que quiere y lo hace como quiere.
Algunos dicen que es naif, otros la reconocen como feminista y lo cierto es que pinta con un estilo tan personal, tan onírico y tan propio que no merece la pena encuadrarlo, solo disfrutarlo.
Si queréis saber de lo que hablo antes de acercaros a ver su exposición en el Domus Artium en Salamanca, podéis pararos delante de alguna de las marquesinas con el cartel que la anuncia, y dejaros atrapar por la fuerza de la mujer desnuda que lo protagoniza, sentada al lado de un manso león y ambos dándole la vuelta desde su quietud a todo lo que nos rodea. Una utopia tranquila y llena de color donde no hay amenaza ni conflicto. Solo millones de posibilidades.
Creo que nos hace mucha falta Isabel Villar ahora, y me alegro de que esta exposición haya podido inaugurarla ella, a sus 87 años, y así disfrutar del reconocimiento de su propia tierra de la que es referencia artística imprescindible.
No dejéis a acercaros a ver ”Leones en el jardín”, de verdad, para descubrir un arte ingenuo, puro, tranquilo y a la vez tan lleno de color y de fuerza que no os dejará indiferente.