Leptospirosis canina

Por Jgallego19

La Leptospirosis canina es causada por una bacteria espiroqueta llamada Leptospira, que se encuentra distribuida por todo el mundo. Puede tener consecuencias muy graves en las mascotas y, además, puede contagiarse a las personas. El modo de contagio habitual consiste en la contaminación del agua estancada por la orina de un animal infectado y el posterior contacto de ese agua con una herida en la piel.

Hay al menos cuatro especies (serotipos) de la bacteria Leptospira que pueden infectar a los perros: Canícola, Icterohemorrhagiae, Grippotyphosa, y Pomona.

Contagio

La bacteria Leptospira afecta tanto a los animales salvajes como a los domésticos. Las ratas, los cerdos, las vacas, los mapaches, las mofetas y las zarigüeyas parecen ser los principales reservorios (objetivos de las bacterias). Las bacterias entran el sistema de los perros a través de una herida en su piel o cuando los perros beben agua contaminada. Los perros que pasan mucho tiempo en el agua tienen un mayor riesgo, así como los perros que beben de los charcos y los que pasan mucho tiempo en corrales o patios por cuyo terreno discurre agua de la lluvia o se mantienen húmedos durante un tiempo después de la lluvia.

Las ratas constituyen un importante reservorio para el contagio de Leptospira a los perros y, a veces, a las personas. Las ratas apenas se ven afectadas por la enfermedad, pero siguen siendo portadoras durante años y en sus colonias abundan los individuos infectados.

Los perros también pueden contagiar Leptospira a las personas y a otros perros a través de la orina. Tras la infección, muchos se convierten en portadores crónicos sin mostrar aparentemente ningún problema de salud. Esto puede exponer a las familias y a otras mascotas a una enfermedad grave si no se aplica una higiene rigurosa. La enfermedad puede ocasionar en ciertos casos la muerte, tanto a los perros como a las personas.

Síntomas

La mayoría de las infecciones son leves y no presentan signos clínicos. Los signos aparecen de 4 a 12 días después de la exposición. La fiebre está presente en la primera etapa. Otros síntomas son:

  • Pérdida del apetito durante varios días
  • Vómitos
  • Letargo
  • Depresión
  • Deshidratación
  • Dolores musculares
  • A veces, diarrea o sangre en la orina.

La Leptospirosis afecta principalmente a los riñones y/o el hígado.

En casos severos, la parte blanca de los ojos del perro se vuelve amarilla (ictericia). Esto indica hepatitis, con destrucción de las células del hígado. Pueden producirse problemas de coagulación, con sangrado espontáneo por la boca y sangre en las heces. Después de la recuperación, los perros no tratados pueden convertirse en portadores y difundir bacterias en la orina durante hasta un año.

Los serotipos Canicola y Grippotyphosa tienden a causar daño a los riñones, y los serotipos Pomona e Icterohemorrhagiae con mayor frecuencia afectan el hígado. Los perros jóvenes tienden a mostrar daños en el hígado con todos los serotipos.

Diagnóstico

El diagnóstico de la Leptospirosis canina puede sospecharse en base a los signos clínicos del perro. Las pruebas de las funciones renales y hepáticas no son usuales. Las bacterias se pueden detectar en la orina y la sangre por la tinción con anticuerpos fluorescentes. También están disponibles los análisis de sangre para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento

Los perros enfermos de forma severa deben ser hospitalizados por razones de salud pública y para proporcionarles un cuidado más intensivo. Al ser una enfermedad bacteriana, las combinaciones de antibióticos como penicilina y estreptomicina son eficaces contra la enfermedad, aunque ahora se utiliza la doxiciclina de forma rutinaria también. La enrofloxacina y la ciprofloxacina también se utilizan a veces.

Las medidas de apoyo incluyen el control de los vómitos, la diarrea y el dolor, la corrección de la deshidratación con líquidos intravenosos y medicación para limitar el daño orgánico extenso.

Prevención

Existe una vacuna contra la Leptospirosis.

Consideraciones de salud pública

Las personas pueden contraer la Leptospirosis, generalmente a través de los mismos tipos de exposiciones que causan la enfermedad en los perros, como el agua infectada. También se puede propagar a través del contacto con orina infectada, por lo que debes tomar precauciones si tu perro tiene Leptospirosis. Un perro infectado que es asintomático también puede propagar la infección. Es por esto que es necesario plantearse con sensatez si conviene tener un perro portador de la enfermedad en un hogar en el que no es posible mantener una higiene adecuada.