Pedalear durante muchas horas seguidas puede producirnos dolor en las nalgas que incluso nos pueden provocar algunas de estas lesiones:
- Forúnculos o abscesos: pequeños granos producidos por el roce del culotte. El primer paso es la aparición de una zona roja con una pequeña hinchazón hasta llegar a ser un grano con raíz que estalla y se drena por sí solo. No es recomendable estallarlos porque podemos provocarnos una infección. Por lo que si tienes algunos de los síntomas intenta mantener siempre muy bien la zona donde se ha producido y aplica calor a diario para ayudar a abrir el poro más rápido.
- Rozaduras. Suelen aparecer en la entrepierna por malas posturas mientras pedaleamos o por ropa con doble costuras. Para tratar esta zona os recomendamos mantener una buen higiene diaria y aplicar crema.
- Adormecimientos e hinchazones. Se suelen eliminar con reposo y ayuda de algunos antiinflamatorios y hielo.
- Infecciones (sobre todo en mujeres). Las más comunes son las de orina, la bartholinitis o la cándida. Las infecciones se orina se suelen producir por una bacteria próxima a la uretra, de forma que para evitarlo se debe orinar a menudo. La bartholinitis son las glándulas que lubrican la zona pero que cuanto se obstruye se infecta produciendo inflamación en la zona. Y la cándida es un hongo que se concentra en la vagina y puede extenderse de tal manera que provoca un fuerte infección. La mayoría de ésta se tratan con antibióticos aunque os aconsejamos que acudáis a un médico que evalúe el estado de gravedad de la infección.
Por lo que a rasgos generales es conveniente llevar una buena higiene durante todas las rutas y marchas y evitar productos químicos que puedan dañar nuestra piel.