Libres de aditivos y adicciones

Por Yoisasi

Esta niña parece la versión femenina del muñeco Chucky. Vamos, con esa mirada se devoraría hasta su madre.

Es curioso que la mayoría de gente que se pone en contacto conmigo, para mejorar su salud, lo primero que me dice es: ‘Si yo como super sano, la verdad, no sé por qué estoy así (estreñimiento, úlcera, acidez, obesidad, delgadez extrema…)’. Y una vez hemos entrado en materia son conscientes de que estaban equivocados.

Llevo varias semanas ‘tragándome’, muy a mi pesar, todos los anuncios de TV para ver qué es lo que nos están inculcando, grabando en la memoria y lo que nos están programando. Es una vergüenza y una humillación para mi ver cómo nos hacen creer que ciertos productos (imposibles llamarlos a estas alturas alimentos) son realmente sanos y curativos:

- Leche de soja y sus yogures, o leche de vaca más soja: Menuda bomba de relojería.

- Lácteos para regenerar la flora intestinal, otros para rebajar el vientre (vientre plano…pues la actriz que lo anuncia debería mirarse al espejo), otros para bajar el colesterol.

- Cereales de todas las formas y colores: Comida de perro (por no decir otra palabra más desagradable) que nos lo venden para tener mejor humor y quieren que desayunemos y cenemos ésto todos los días añadiendo, para rematar, leche de vaca. Por favor, leer los ingredientes. Muy interesantes con tanta vitamina y mineral sintética difíciles de asimilar.

- Pechugas de pavo: Hechas con restos de animales y otros materiales y llenos de nitratos. Es como comer plástico. Parece que en las guarderías las están incluyendo a los más pequeños para que aprendan a masticar. Patético y deplorable.

Si, una generación que ahora casi toda está para el arrastre y aún, décadas después, siguen tomando su cacao.

- Margarinas ‘ligeras’ y desayunos de bollería industrial vendidos como ‘recién hechos’: Si, hay un panadero personal en tu cocina que te lo prepara todas las mañanas antes de que te levantes… Familia feliz donde los niños disfrutan comiéndola. Niños que, en su madurez, estarán obesos con todos los problemas que esto conlleva.

- Arroz blanco listo en 3 minutos: Cereal refinado sin ningún nutriente, blanqueado con polvos de talco y endulzado con sacarosa y además nos invitan a calentarlo en el microondas para estar bien ‘irradiados’.

- Quesitos en porciones: A doquier, cuantos más comas mejor para que así pronto puedan detectarte un cáncer por la cantidad de nitratos y fosfatos que tienen y a los más pequeños graves insuficiencias renales y leucemias.

- Agua mineral desde que nacemos (fotos de bebés en las botellas de PVC): Llena de flúor que es el principal ingrediente que se utiliza para matar a las ratas. Muchas de estas aguas están tan manipuladas que son menos potables que el agua que sale de nuestras cañerías. Como son recomendadas por asociaciones de pediatría, se supone que debemos estar tranquilos. Pues, saber que están reunidos muchos señores de bata blanca, no me da ninguna confianza.

- Pizzas al horno de leña: 'Sí, sí, hechas por la abuelita con todo su amor'. Es decir, hechas en naves industriales donde los empleados no han visto un horno de leña en su vida. Las sacamos del frigo o congelador y las calentamos en el micro. Sano, sano, sano.

- Zumos de colores inimaginables: Todos los niños bebiendo a morro de garrafas de plástico de litro, que me recuerdan a los envases de aceite para coches, convenciendo a las ignorantes madres que es lo más refrescante y sano para sus hijos este verano. Patético.

- Cola dietética: Un cuerpo 10 es lo que tendremos bebiendo este químico líquido si antes no nos crea una insuficiencia renal o algo más grave por el amoníaco que lleva. Lo triste de todo es que estamos enganchados a ella y mucha gente toma más de un litro diario formando parte de las comidas.

Una atrocidad de anuncio. Esta multinacional desde su apertura intentando engacharnos desde bien pequeños.

- Comprimidos para adelgazar: 'Come sólo lechuga como un conejito y estos comprimidos, ya verás cómo adelgazas por desnutrición que te hará coger una anemia ferropénica en los mejores casos'. Pero claro, lo venden sólo en farmacias.

- Foie-gras en lata (muy importante que la tapa de plástico sea negra…): Niños almorzando contentos sus pseudo-panes de chicle con una pasta asquerosa (a saber de qué realmente está compuesta).

Y así una larga lista de productos que al escribirlos ya me pongo mala.

¿Entiendes ahora por qué estás desnutrido? ¿Por qué tienes problemas de hígado, de riñón o de estómago? La publicidad hace lo posible para enfermarnos de una manera que se viste de sana pero que es más malévola que una película de vampiros.

Puedes empezar a observar los carritos de la compra de los demás para darte cuenta de que nadie lleva ni un 10% de producto fresco y natural. Incluso las propias hortalizas y carnes ya vienen envasadas desde no sabemos cuando. Todo son botes, paquetes, botellas y plásticos.

Puedes, también, ir a cualquier centro de salud o ambulatorio para observar la cantidad de personas (desesperadas) que hacen cola para recetas y que después puedes encontrarlas en las farmacias abarrotadas buscando su dosis. En muchas hay que coger número como en la carnicería.

Todo es una cadena: industria alimentaria- publicidad engañosa- enfermedad-hospital-farmacia y vuelta a empezar. Y van pasando los años y cada vez, sin darnos cuenta, estamos más cascados, más desgastados y más enfermos. Mira tus fotos de hace 10 años y comprueba la diferencia. Ya no es sólo que tuvieras menos arrugas y más pelo, es que tu cara actual delata e informa de que ya no eres el que de verdad eras. Vas en decadencia. Lee los ingredientes, sé consciente de la retahíla de aditivos y nombres extraños que lleva un sólo producto. Ya no podemos reconocer ni la mitad de ellos. Es penoso.

Tenemos que volver a ponernos con las ‘manos en la masa’ y hacer las elaboraciones de nuestros alimentos nosotros mismos: el pan, los zumos, tus propios desayunos, tus pizzas integrales, tus platos ricos llenos de color y nutrientes. Y la excusa de que no hay tiempo no me vale. He comprobado que mucha gente que trabajaba y tenía una vida ocupada ha podido comer su propio pan casero y su buen plato de arroz integral con verduras frescas sin ir estresado o agobiado. Después de unas semanas de nueva rutina han sido conscientes de que no es para tanto el esfuerzo y que merece la pena. El que la sigue la consigue. Así que, si de verdad se quiere un cambio, hay que poner de nuestra parte.

Piensa por un momento: ¿Cuántas veces en un mismo día ves los mismos anuncios? ¿Qué quiere decir ésto? Supongo que ya sabrás la respuesta: millones de euros invertidos para dañar tu salud y, además, si invierten tal cantidad de dinero es porque somos millones de personas las que consumimos sus productos (no alimentos). Así que están forrados a costa de nuestra salud. Si uno de estos yogures que nos venden como 'regeneradores intestinales' vale menos de un euro en el super, ya puedes hacerte una idea de lo que le cuesta a la industria láctea. Y si hacemos números, seguro que vale más el envase que el contenido. Vergonzoso. Además, el lactobacillus (no sé por qué lo pongo en itálica, no se lo merece como el verdadero)  que añaden es obtenido en laboratorio (como casi todo) y su efectividad es nula porque, una vez envasado, sobrevive unas 24 horas. Imposible consumirlo vivo ya que en esos momentos todavía está en fábrica. Mentiras, soeces y otras comidillas insanas.

Usan a famosos (aquí tenemos a Marylin) para hacer más atractivo el producto y así seguir ciegamente a nuestros ídolos.

Nos tienen bien entrenados y manipulados. Vamos por los pasillos del super como zombies cogiendo los productos publicitados que están grabados e insertados en nuestro cerebro: ‘Si salen en la TV será porque son buenos…’

Hay que dar a la Alimentación (en mayúsculas) la importancia que se merece ya que comemos varias veces diariamente durante toda nuestra existencia y ésto no son tonterías ni pequeñeces como muchos piensan o hacen creer a los demás. Es una parte fundamental en nuestra Vida y sin una buena Nutrición no habrá Salud que valga.

Despertemos de este letargo, quitémonos la venda de los ojos y volvamos a ser libres de aditivos y adicciones (muchos de estos produtos lo son) para comer y nutrirnos como se hacía hace 50 años o más. Muchos agricultores y ganaderos ya están concienciados y podemos encontrar en cualquier rincón de España alimentos verdaderos y no tan caros como nos hacen creer. Tenemos muchas cooperativas auténticas que hacen que se pueda regresar a la Esencia, a la Vida.

Salud y Buenos Alimentos.