Hoy volvemos con otro libro de la serie Libros básicos que todo arquitecto debe leer con un clásico de los 60s:
Para los que el inglés les cause problemas, hay una edición de Muerte Y Vida De Las Grandes Ciudades (Entrelineas) publicada el año pasado por el 50 aniversario de su aparición. Muy recomendable a pesar del título mutilado hasta ciudades ( por muy extrapolable que sea el estudio, el caso de las ciudades americanas es muy distinto que el de las europeas, sin duda). Traté de localizar la edición anterior en castellano, pero me parece que está descontinuada.
Nos despedimos con una cita del libro:
En sí misma, una acera urbana no es nada. Es una abstracción. Sólo tiene significado en
relación con los edificios y otros servicios anejos a ella o anejos a otras aceras próximas. Lo
mismo podríamos decir de las calles, en el sentido de que sirven para algo más que para soportar
el tráfico rodado. Las calles y sus aceras son los principales lugares públicos de una ciudad, sus
órganos más vitales. ¿Qué es lo primero que nos viene a la mente al pensar en una ciudad? Sus
calles. Cuando las calles de una ciudad ofrecen interés, la ciudad entera ofrece interés; cuando
presentan un aspecto triste, toda la ciudad parece triste.-Jane Jacobs.