Al maestro Domingo F. Aragú Rodríguez, “quien me enseñó a pensar en el universo de la percusión de Cuba”, dedicó el Dr. Lino Neira
Betancourt, docente y fundador de la Universidad de las Artes, el libro de su autoría La percusión en la música cubana, editado con la colección Lo real maravilloso de Casa de las Américas.
El texto, reconocido con el Premio del Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello y el Premio Anual al trabajo de mayor aporte a la enseñanza de Educación Superior de la Universidad, permite desde un lenguaje didáctico conocer las particularidades de la música del país a partir de los instrumentos de percusión.
La musicóloga Nisleidys Flores, a cargo de las palabras
introductorias, resaltó la trayectoria que supera las cuatro décadas de Neira como profesor de percusión, así como de las asignaturas Historia de los instrumentos de percusión y Musicología.
Sobre esta particularidad y los desvelos de Neira por historiar el devenir de la percusión en Cuba, la especialista apuntó que los estudios del creador en percusión y musicología le permiten develar con profundidad un amplio conjunto de cuestionamientos y prejuicios relacionados con su campo de investigación en la Isla.
En otro orden, Flores resaltó la labor de Neira en la Sociedad y el Festival Percuba, que aglutinó y convocó hasta 2006 a defensores de la percusión cubana. Con el evento, explicó la musicóloga, se visibilizó la labor de agrupaciones de todo el país exponentes de la tradición cubana en esta materia.
El volumen se divide en dos partes fundamentales, relató Flores: una primera que recoge la presencia de instrumentos españoles y africanos en Cuba; una segunda que cuenta de los procesos de transculturación que tuvieron lugar en esta geografía. En estos procesos complejísimos se conforma lo que hoy conocemos como percusión cubana y Lino los expone con claridad para amplios públicos, concluyó la investigadora.
Por su parte, Neira Betancourt rememoró el quehacer de Percuba y destacó que si fue necesario constituir este espacio fue debido a la importancia de desprenderse de prejuicios para analizar y revitalizar la percusión en Cuba. La educación, la enseñanza, son imprescindibles en este sentido: para eso es este libro, que cuenta con dibujos de Jesús Enrique Martínez Guillén, añadió.
En una primera parte de este texto, como indicó Flores, se habla de los antecedentes de la percusión cubana, o sea, de lo que llegó a Cuba, se quedó y se adaptó a nuestras condiciones: de los instrumentos reconstruidos en estas tierras por las diferentes culturas africanas que convergieron en Cuba, de los portables que trajeron los hispanos, de la percusión militar hispano-árabe que aportaron, pormenorizó el docente.
“Lo más importante es que tengo claro qué hay que hacer para mejorar este libro”, compartió Neira Betancourt, quien tiene también en su haber los títulos Cómo suena un tambor abakuá (1991), Algunos temas sobre la percusión y los percusionistas cubanos (2011) y En torno al arte musical y sus procesos en Cuba (2012).