En Más allá de las palabras conoceremos a Gizelle esa perra de setenta kilos que se nos presenta en la portada de este libro. Gizelle no es solo una mascota, no es solo una perra de gran tamaño para la autora de este libro, sino que también se trata de una amiga y confidente de Lauren. Se trata de un libro que encierra una lección de vida, una forma muy peculiar de entender la vida a través de las aventuras de este mastín.
¿Te imaginas mudarte a la universidad con tu mascota? Pues Lauren pudo hacerlo con Gizelle y no solo eso sino que al mudarse a Nueva York su mastín también la acompañó, no es de extrañar que entonces esta perra se convirtiese en la amiga y confidente de la autora de este libro, Más allá de las palabras. Pero todas las historias tienen un final y el de esta perrita se precipitó cuando enfermó, pero lejos de ponerse triste, Lauren decidió cumplir su lista de deseos y hacerla de la mano de la que había sido su mejor amiga.
Una manera de aprovechar la vida, de hacer de su capa un sayo porque era necesario hacerle ese precioso regalo a quien tanto le había dado en la vida. Una lección, la que encontraremos en Más allá de las palabras, para aprovechar la aventura y amar incondicionalmente, porque cuanto más das, más podrás recibir. Una historia de las que nos llegan al corazón y por supuesto de las que nos hacen sonreír con lágrimas en los ojos, porque un perro puede ser mucho más que un amigo fiel.