Ayer en nuestro blog, os hablábamos de ciertos libros que se consideran obras maestras de la literatura.
Pues, aunque parezca sorprendente, algunos de esos títulos han estado durante mucho tiempo censurados por la Iglesia Católica, que los recogía en un índice llamado “Index librorum prohibitorum”, por considerarlos publicaciones contrarias a la fe, tal y como esta se entendía en aquellos tiempos. Su lectura traía como consecuencia la excomunión.
Este listado de libros proscritos fue creado por la Inquisición, en el año 1559, y gracias a Dios, nunca mejor dicho, hoy la situación es diferente. La propia Iglesia Católica, el 14 de junio de 1966, siendo papa Pablo VI, lo desterró de sus publicaciones.
El “Index librorum prohibitorum”, recogía una serie de autores específicos cuya obra estaba vetada en su totalidad, como Erasmo de Rótterdam, Honoré de Balzac, o Émile Zola. Pero también incluía, libros concretos de determinados escritores, autorizando, sin embargo, el resto de su bibliografía.
Las temáticas censuradas, eran muy amplias, pues, el índice incluía obras tan dispares como Los miserables de Victor Hugo , Nuestra señora de Paris del mismo autor, Lazarillo de Tormes, anónimo, Madame Bovary de Gustave Flauvert , Crítica de la razón pura de Kant o Rojo y negro de Stendhal .
La Iglesia Católica ha evolucionado en este y en otros muchos aspectos, y aunque el Derecho Canónico actual todavía recomienda a sus fieles, evitar publicaciones que atenten contra su doctrina, y exige permisos especiales a los miembros de las instituciones religiosas para escribir sobre determinadas cuestiones, podemos hablar de libertad en este sentido.
Ya veis, joyas de la literatura cuya lectura estaba prohibida. Se nos ocurren muchísimos títulos actuales que estarían incluidos en el famoso “Index”…. ¿no os parece?
¡Buen fin de semana!