Alana y Gary son dos adolescentes que se conocen, se gustan, más Gary que Alana, y empiezan a divertirse, construir y vivir en el Valle de San Fernando de 1973.
Licorice Pizza es una explosión de vida y de energía que puede arrollarnos como espectadores. Es una película difícil de encajar porque es muy distinta. Se salta muchos cánones y nos golpea despertándonos. ¿A qué? A la vida. A ser por un rato Alana y Gary y tener su fuerza y energía por vivir.
Magnífico Paul Thomas Anderson en la presentación de Alana y Gary. Ya vemos que esto va a ser diferente. Dos personajes con una diferencia de edad considerable que a ellos no les importa, ¿y a ti? Que quieren disfrutar, probar, vivir, ser ellos, sin pedir permiso. Cada día inventan y se inventan. Son maravillosos.
Alana Haim y Cooper Hoffman son unos de los aciertos de la película. Actores primerizos con una estupenda química y una luz impresionante. Muy importante también la música que los acompaña que los refuerza.
Una película llena de detalles de Paul que conviene conocer pero después de verla. Se quiere aún más a esta historia y a Alana y Gary-Cooper. Ya veréis. Y de las que seguro que se disfruta aún más en un segundo visionado.