Científicos de la EPFL (Suiza) han hallado que la activación de una enzima genera problemas en el comportamiento relacionados con el estrés crónico.
Según un estudio publicado en Nature Communications, un equipo de investigadores del Brain Mind Institute (BMI) de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, han descubierto un mecanismo sináptico que explica la relación entre el estrés crónico y la pérdida de habilidades sociales y discapacidad cognitiva. Una enzima desencadenada por el estrés ataca una molécula reguladora sináptica en el cerebro.
Los científicos estaban interesados en una molécula, la célula nectina-3, cuya función es asegurar la adherencia, a nivel sináptico, entre dos neuronas.
Situadas en la zona postsináptica, estas proteínas se unen a las moléculas de la porción presináptica, asegurando la función sináptica. No obstante, los investigadores encontraron que, en modelos murinos afectados por estrés crónico, el número moléculas nectina-3 se había reducido significativamente.
Las investigaciones condujeron a los expertos a una enzima involucrada en el proceso de degradación de la proteína: MMP-9. Los investigadores encontraron que los receptores NMDA activaban las enzimas MMP-9 que impedían la adhesión de las células nectina-3 a las proteínas. “Cuando esto ocurre, la nectina-3 se vuelve incapaz de realizar su función como moduladora de la plasticidad sináptica”, ha explicado Carmen Sandi, de la EPFL. Estos efectos hacen que los sujetos pierdan su sociabilidad, interrumpe las interacciones entre sus compañeros y provoca deterioro de la memoria.
Los investigadores confirmaron este mecanismo en roedores tanto in vitro como in vivo. El equipo mostró que los sujetos sometidos a estrés podían recuperar su sociabilidad y sus habilidades cognitivas. “La identificación de este mecanismo es importante porque sugiere tratamientos potenciales para los trastornos neuropsiquiátricos relacionados con el estrés crónico, en particular la depresión”, ha señalado Sandi.
FUENTE