La gluteoplastia con inyección de grasa es una novedosa técnica que ofrece resultados estéticos naturales a través de la utilización de los propios tejidos del paciente. La gran ventaja de esta técnica es que facilita el modelado de los glúteos de manera tridimensional. Además, no tiene los inconvenientes de posibles rechazos, cápsulas ni asimetrías, como sí puede ocurrir cuando se utilizan prótesis.
La evolución de las técnicas quirúrgicas ha solucionado el problema de la absorción del tejido inyectado, realizando la lipotransferencia de manera intramuscular y añadiendo a ésta los factores de crecimiento que aporta el plasma del mismo paciente. Esto permite que del volumen inyectado, el 70 -80% se integre de forma definitiva al cuerpo.
Este procedimiento se ha convertido en una de las técnicas más utilizadas para el aumento y modelado glúteos, y que acompañado de una correcta nutrición y actividad física los resultados se mantienen a lo largo del tiempo.
El principal beneficio de la gluteoplastia frente a otros procedimientos es que se utilizan los propios tejidos del paciente y no se incorpora ningún tipo de sustancias sintéticas. Asimismo, el post-operatorio de la gluteoplastia es muy sencillo, indoloro y similar al de cualquier liposucción. El mismo día de la intervención el paciente puede mantenerse sentado y dormir sobre el glúteo sin ningún tipo de problema.
Una de las ventajas de este sistema frente a otros es que los resultados obtenidos no se modifican con un marcado descenso de peso. Si la persona baja de peso, las células incorporadas a sus glúteos no se pierden sino que reducen su tamaño proporcionalmente.
Luego de un período de 4 a 6 semanas el resultado se verá natural e incluso no podrá distinguir que se ha inyectado grasa.