Lisboa en el corazón

Por Polidaschamineras @nanocp08

Polidas chamineras fotografía Lisboa, la bella capital de Portugal.

Hola fotógrafos del ancho mundo. Hoy traemos unas cuantas fotografías de Lisboa (Portugal). Es una primera entrega de otras que vendrán en el futuro. Representan, desde mi punto de vista, la esencia lisboeta. Una ciudad que se asoma al Tajo y se baña en la luz del Atlántico.
Lisboa la podemos dividir en varias zonas, definidas por sus peculiaridades: Alfama y Castelo, Chiado y Barrio Alto, Belém, y Barrio Baixo. Hoy hablaremos de algunas de ellas.
Vamos a comenzar por Chiado y Barrio Alto. Ambos barrios se sitúan al oeste del Barrio Baixo, que linda con el río Tajo. Es una zona remodelada tras el terremoto y posterior incendio que asoló la ciudad en 1755. Como recuerdo, queda en pie el convento do Carmo. Los cafés abundan, como A Brasileira, que frecuentaba Pessoa. Mirando las fachadas de los edificios vemos algo muy típico en la capital lisboeta: el azulejo. Decoración introducida por los árabes, el azulejo multicolor tiene otra función: protege de la humedad.

La Alfama es el barrio con encanto. A la sombra del Castillo de San Jorge (Castelo), esta zona guarda en la estructura de sus calles su pasado árabe. Desde el mirador de Santa Luzia se tienen unas vistas estupendas de la Alfama. La aristocracia construyó edificios blasonados que, cuando abandonó el barrio por cuestiones de salubridad, fueron habitados por los pescadores. De hecho, algunas de las calles o ruas guardan nombre relacionados con las artes de la pesca, como la Rua Bacalhoeiros. Incluso dedicaron una pequeña ermita a su patrón: Nossa Senhora dos Remédios. Es bonito subirse a los tranvías que recorren La Alfama para disfrutar de sus rincones, por los cuales parece no poder pasar la máquina, por la estrechez de las calles y los giros angulosos. 

El barrio de Belém se prolonga longitudinalmente hasta la desembocadura del Tajo en el Atlántico. Entre sus atractivos, además de sus pintorescas viviendas, encontramos monumentos arquitectónicos tan importantes como el Palácio de Belém (sede presidencial), el Mosteiro dos Jerónimos (erigido después del terremoto) y la Torre de Belém. La torre fue construida en 1519 con el propósito de defender Lisboa de los ataques piratas que remontaban el estuario del Tajo. Antes del terremoto de 1755 la Torre de Belém estaba en una isla, pero la fuerza de los elementos modificó el cauce del río y rompió el aislamiento.

El Barrio Baixo, como su nombre indica, ocupa la parte baja de la ciudad. Se extiende desde el Rossío hasta la PlaÇa do Comércio, que muere a orillas del río Tajo. Aquí se aprecia la reconstrucción de la ciudad, con sus calles longitudinales y transversales, que dotaron a Lisboa de un aire más europeo, al estilo de otras ciudades del Viejo Continente. Para conectar el Barrio Baixo con el Barrio Alto, en la Rua do Ouro, se construyó el Elevador de Santa Justa. En este barrio podemos, además, admirar los dibujos geométricos que forman las vías peatonales y las principales plazas. Un espectáculo para la vista.



Lisboa, en fin, guarda muchos secretos que tendréis que descubrir vosotros mismos si tenéis la suerte de ir. Mientras, podéis ampliar la información en http://www.visitportugal.com Hasta otra entrada aquí, en Polidas chamineras.