Otra autora más cercana, Mariasun Landa (Rentería, 1949), asegura que desde el punto de vista estilístico y literario la infancia es un tema de sumo interés, porque le obliga a contar las emociones y los sentimientos con pocos recursos lingüísticos, de un modo muy simple. “Estilísticamente, conseguir esa simplicidad es muy difícil, y la forma adquiere mucha importancia. Es todo un reto literario. La infancia se puede tratar desde dos ángulos: o bien mediante una literatura dirigida a los adultos, o bien a través de libros y cuentos dirigidos a los niños, que es lo que yo llevo haciendo años y años”. Además cree que a través de la literatura se puede tratar cualquier tema. Y pone como ejemplo un libro suyo Txan fantasma donde trató el problema del autismo a través de un pequeño fantasma. “Los niños sienten amor, sienten odio, cualquier cosa, pero el drama de la infancia es que no pueden hablar sobre sus sentimientos. Ése es el reto de la literatura infantil: tratar temas serios con una forma estilística elaborada”. En el caso de Nuria Barrios (Madrid, 1962), busca que la literatura infantil le devuelva el asombro y la perplejidad de cuando era niña, busca el placer de entonces. “Historias sin moraleja ni moralina ni intenciones didácticas, que me lleven a contemplar las cosas desde puntos de vista inusuales, a cuestionar lo cotidiano. Libros que hablan de lo más complejo de la forma más inteligente, que es siempre la más sencilla. La literatura infantil y juvenil ha demostrado ser la más resistente dentro de la castigada industria del libro”. Para terminar no podemos olvidarnos del italiano, Gianni Rodari (1920―1980), quien en la década de los 60 comenzó a recorrer las escuelas italianas donde, a través del contacto directo y la interacción con los niños mientras leía sus cuentos, tomaba notas para tratar de averiguar la técnica correcta a la hora de crear buenas historias. De estas anotaciones y de dicha experiencia nació Gramática de la fantasía: introducción al arte de inventar historias (1973), una obra que ha servido de modelo y herramienta de trabajo para muchos educadores y profesores. Todos los escritores de literatura infantil son conscientes de a quién va dirigida su obra y, por eso, se exigen a sí mismos para llegar a la mente y al corazón de los niños. Y es que en todos ellos encontramos un firme compromiso pedagógico, no solo destinado a ellos, sino también a educadores y padres. Al final el futuro de la literatura infantil es una cosa de todos. - See more at: http://serescritor.com/literatura-infantil/?utm_campaign=articulo-303&utm_medium=email&utm_source=acumbamail#sthash.9bMQz6J3.dpuf
Otra autora más cercana, Mariasun Landa (Rentería, 1949), asegura que desde el punto de vista estilístico y literario la infancia es un tema de sumo interés, porque le obliga a contar las emociones y los sentimientos con pocos recursos lingüísticos, de un modo muy simple. “Estilísticamente, conseguir esa simplicidad es muy difícil, y la forma adquiere mucha importancia. Es todo un reto literario. La infancia se puede tratar desde dos ángulos: o bien mediante una literatura dirigida a los adultos, o bien a través de libros y cuentos dirigidos a los niños, que es lo que yo llevo haciendo años y años”. Además cree que a través de la literatura se puede tratar cualquier tema. Y pone como ejemplo un libro suyo Txan fantasma donde trató el problema del autismo a través de un pequeño fantasma. “Los niños sienten amor, sienten odio, cualquier cosa, pero el drama de la infancia es que no pueden hablar sobre sus sentimientos. Ése es el reto de la literatura infantil: tratar temas serios con una forma estilística elaborada”. En el caso de Nuria Barrios (Madrid, 1962), busca que la literatura infantil le devuelva el asombro y la perplejidad de cuando era niña, busca el placer de entonces. “Historias sin moraleja ni moralina ni intenciones didácticas, que me lleven a contemplar las cosas desde puntos de vista inusuales, a cuestionar lo cotidiano. Libros que hablan de lo más complejo de la forma más inteligente, que es siempre la más sencilla. La literatura infantil y juvenil ha demostrado ser la más resistente dentro de la castigada industria del libro”. Para terminar no podemos olvidarnos del italiano, Gianni Rodari (1920―1980), quien en la década de los 60 comenzó a recorrer las escuelas italianas donde, a través del contacto directo y la interacción con los niños mientras leía sus cuentos, tomaba notas para tratar de averiguar la técnica correcta a la hora de crear buenas historias. De estas anotaciones y de dicha experiencia nació Gramática de la fantasía: introducción al arte de inventar historias (1973), una obra que ha servido de modelo y herramienta de trabajo para muchos educadores y profesores. Todos los escritores de literatura infantil son conscientes de a quién va dirigida su obra y, por eso, se exigen a sí mismos para llegar a la mente y al corazón de los niños. Y es que en todos ellos encontramos un firme compromiso pedagógico, no solo destinado a ellos, sino también a educadores y padres. Al final el futuro de la literatura infantil es una cosa de todos. - See more at: http://serescritor.com/literatura-infantil/?utm_campaign=articulo-303&utm_medium=email&utm_source=acumbamail#sthash.9bMQz6J3.dpuf