Una farmacéutica americana ha recibido autorización para fabricar el antiepiléptico levetiracepam mediante impresión 3D. Con esta tecnología se obtienen comprimidos porosos fácilmente de deglutir con agua. Además facilita la producción de posologías muy variables y la posibilidad de combinar varios fármacos en un mismo comprimido dotando a la impresora de cabezales independientes para cada uno de ellos.
Se abren interesantes posibilidades para individualizar tratamientos usando una tecnología disponible hace tiempo. Cada vez es más verosímil que cualquier farmacia con esta tecnología pudiera formular en corto plazo cierto tipo de medicación a sus pacientes. Habrá que ver lo que da de sí el invento.
Si te interesa el tema te recomiendo el artículo de Katharine Sanderson
3D printing: the future of manufacturing medicine?
The Pharmaceutical Journal,
vía The Guardian