Como un día cualquiera fui a la gasolinera habitual, coloqué mi coche en el lugar que tocaba para llenar el depósito y después me dirigí a caja donde para pagar tienes que pasar por la tienda. Mientras hacía cola inspeccionaba el local: periódicos de todas las nacionalidades, revistas de todos los colores (sobre todo del corazón), diferentes marcas de aceites y utensilios para coches y mi parte preferida, la alimentación, si, aún tienen la poca vergüenza de poner el cartel de ‘alimentación’ en sus estantes. Intenté ver si encontraba algún alimento o producto que yo pudiera comprar para tomar y ya os podéis hacer una idea, no encontré nada, ni el agua, ya que las marcas que tenían eran de aguas tratadas. Eso sí, la tienda de la gasolinera tiene mucho colorido por todos los envoltorios chillones de las guarrerías que venden y al igual que la bebidas refrigeradas. Esperando mi turno me di cuenta que toda persona que iba delante de mi para pagar la gasolina había cogido una chocolatina o pan de chicle supuestamente recién hecho en sus microondas (más info en el Pan nuestro de cada día, hay dos partes) o refresco de colores ya casi fluorescentes con gas o la simple bolsa de snacks atiborrados de sal industrial…En fin, sin darnos cuenta inconscientemente o conscientemente sientiendo culpabilidad, volvemos a caer en la basura que nos ofrecen.
Pero a veces pienso que ya no es sólo la industria alimentaria con su publicidad engañosa y su disfraz ya que dudo de que mucha gente escogiera comprar esta gas-food (comida de gasolinera, me lo acabo de inventar…o ¿ya existirá?) si hubiera otra alternativa en la gasolinera, por ejemplo, un buen bocadillo de pan integral con tortilla francesa eco en vez de un donut de chocolate o unas papas.
Me acabo de acordar de los sandwiches que venden supuestamente vegetales ya cortaditos y preparados en sus paquetes de plástico (plástico por fuera más plásicto por dentro). Amigos míos, no nos engañemos estos pseudo-refrigerios son igual de sanos que yo monja.
Al vivir en una isla, una no suele hacer muchos kilómetros pero en mis tiempos mozos recuerdo que nos encantaba coger el coche y conocer la península. Ahora mismo sería incapaz de ‘alimentarme’, es decir, malnutrirme a base de la comida de una estación de gasolina. Y me imagino que mucha gente que vive y trabaja viajando como representantes, vendedores, camioneros…seguramente tendrán muchas carencias nutricionales y muchos excesos sobre todo de peso.
La imagen lo dice todo.
Mi mensaje está claro: Actualmente es difícil poder encontrar alimento de calidad vayas donde vayas ya que si por ejemplo queremos ver una película en el cine nos dan como ‘merienda nutritiva': bol de palomitas, medio litro de cola y una bolsa de gominolas…
En fin, tema ya bastante hablado en esta web. Nos envenenan a diario con sus adictas pócimas y sus plásticos siendo totalmente inconscientes de que cada día volvemos a caer en la droga y basura alimentaria.
Ojalá volvieran a renacer los puestos callejeros donde degustar comida auténtica como en India o Thailandia o que Sanidad permitiera vender los huevos de gallinas felices de nuestro agricultor sin tener ningún tipo de problema o que los que hacen pan integral de levadura madre artesanal no necesitaran un permiso específico para poder vender sólo en las ferias eco del país.
Vamos, que como nos quieren tener controlados, un método eficaz para ellos es hacerlo a través de la comida porque, claro, toda la basura que nos venden en los supermercados ha pasado su revisión sanitaria exhaustiva. ¡¡Manda huevos!!
Salud y Buenos Alimentos Verdaderos
Yo Isasi
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