Llewynismo. (A propósito de Llewyn Davis)

Por Saval

Uno de mis principales compromisos con 2014 es ir más al cine. Porque me gusta y porque creo que, aunque es caro, hay cosas que hay que pagar porque no podemos perderlas. Llewyn fue el primero. Si quieres saber más sobre la peli, te dejo este enlace. (la mejor forma de saber sobre cine)

Vamos con mi análisis. Recuerdo con especial cariño Los lunes al sol, seguramente en aquel tiempo fue mi primera toma de contacto con el problema del paro. Me reí mucho y aún me hace gracia Días de fútbol. Me apasiona Fight club. Y a veces pienso en una muerte como en Leaving Las Vegas. Todos sus protagonistas son perdedores. No siento una especial compasión ni me embarga la pena al verlos perder. Pero me gustan. Me gustan los personajes tipo de obras de Stefan Zweig. Gente que pudiéndole ir bien le va bastante mal. Más allá de ese optimismo utópico de decir a la gente que peleará el Balón de oro si se lo propone.

La diferencia ente el miserable y el perdedor es que uno no tiene nada, es un desgraciado y el otro pudiendo escoger, escoge mal. Algún aficionado del liberalismo o algún coach dirá que un miserable puede dejar de serlo con esfuerzo e ilusión. Gilipolleces. Es fácil hablar de esas cosas desde un Mac. Pero el miserable necesita mucha más ayuda que una frase de motivación (y unos vídeos) escrita en el cartón donde duerme. Un perdedor sí puede ganar por sí mismo. Un perdedor sí puede ser un Tyler Durden. Pero no siempre puede salir de ese pozo. Al final a la derrota también nos acostumbramos. Es más duro pero llega un día en que perder es la norma y que las victorias simplemente no son para nosotros.

Llewyn es un perdedor. A propósito de Llewyn Saval pensaba llamar este post. Luego he levantado la cabeza y he comprendido que quizá mi mal sea algo más endémico. Una generación que nos creíamos capaces de cambiar el mundo y el mundo nos está cambiando a nosotros. Una generación perdida en su propio “somos los mejor preparados” pero aún no sabemos para qué.

Quizá debamos pensar en la Durdenización...o en acabar a lo Nicolas Cage. Pero ser Llewyn es un ciclo sin fin. Un día de la marmota, y hay que salir de ahí. O morir.

@saval_macian