El llanto es una reacción natural ante un momento de tristeza. De hecho, los filósofos clásicos consideraban un signo de insensibilidad no llorar en las circunstancias de dolor como por ejemplo, la muerte de un ser querido, un fracaso sentimental importante o la aparición de una enfermedad. Sin embargo, el ser humano no sólo llora ante una causa de tristeza al igual que ríe ante un momento de alegría. ¿Qué sucede cuando el ser humano llora de emoción? En ese momento, se produce una auténtica catarsis emocional que resulta liberadora.
Existen varias situaciones en las que una persona puede llorar de emoción, por ejemplo, es posible sentir la emoción al escuchar una melodía que aporta recuerdos nostálgicos del pasado. También es posible llorar de emoción ante el reencuentro con un amigo o un familiar al que no vemos hace tiempo. Del mismo modo, en relación con el entretenimiento y el tiempo de ocio, es habitual que el espectador sienta que las lágrimas recorren su rostro al observar una historia en la pantalla grande. Cuando un ser humano llora de emoción experimenta varios tipos de sentimientos al mismo tiempo. Este hecho queda claramente de manifiesto, en el caso de aquellos actores o actrices que recogen un premio importante. Generalmente, lloran de emoción porque sienten un claro contraste entre la alegría desbordante por el logro alcanzado y el agradecimiento hacia el apoyo de los seres queridos o amigos o la larga lucha del esfuerzo realizado a lo largo de los años.
Llorar de emoción se convierte en un ejercicio muy liberador a nivel emocional que se produce de forma inmediata e inconsciente cuando un ser humano se siente desbordado a nivel de sentimientos. Está claro que los sentimientos pueden darse en función de muchos niveles diferentes.