Sobre todo, cuando toca trabajar y pasar el día en la calle, saltando charcos o esquivando arroyos, a veces con mejor pie que otros, sin paraguas corriendo debajo de los árboles y tejadillos, o con paraguas, en la mano, debajo del brazo, en los bolsillos, o en el olvido en paragüeros ajenos...
A pesar de que el gris es el color predominante en estos días pasados por agua, y los claros están prohibidos...
A pesar de que llego a casa y odio dejar huellas mojadas en el pasillo...A pesar de que mi pelo, ya de por sí rizado, queda algo más que encrespado, yo diría leonino...A pesar de que en estos días, tengo la sensación de que encontrar las llaves del coche en el bolso es más misión imposible que nunca...A pesar de todo... Estaréis conmigo en que en ocasiones, la lluvia resulta especialmente adorable...Adoro la lluvia cuando llama a la ventana, toc, toc, tic, tac y la saludo desde el interior de casa, frente a la chimenea o desde la cama en mitad de un sueño bonito...
Cuando las gotas me pillan en mitad de un paseo y corro del brazo de mi marido a buscar un refugio improvisado entre tropiezos y risas...
Cuando tras una tormenta, una tiene el enorme placer de oler a tierra mojada en medio de la calma...Cuando abro el armario, presumo de chubasquero y botas de agua... Entonces, jugar a mojarme, ¡se convierte en LO IMPORTANTE!Lo cierto es que pase lo que pase, debemos procurar hacer nuestro el lema de "Al buen tiempo buena cara" y porque no, atrevernos a invitar a la lluvia a irrumpir en nuestra casa protagonizando rincones divertidos, coloridos, naturales... olvidándonos de los tópicos que la convierten en aburrida y monótona.Desde Cosas de Palmichula os proponemos TRES OPCIONES que esperamos os gusten tanto como a nosotros...Una lluvia mágica de colores, con fieltro y un poco de hilo.Fuente: Minibu
La ilustradora, BLANCA GÓMEZ es especialista en reflejar los cambios de tiempo, dotándolos de un encanto que nos enamora. No te pierdas sus vinilos o láminas, ¡son mágicas!...
Fuente: Cosas Mínimas
Prescinde de tus jarrones o simplemente
introdúcelos en tus katiuscas entre chaparrón y chaparrón...
Fuente: Cristina Martins Blog