Lluvia fina de Luis Landero

Por Masqueudos

Nunca, nunca, aunque no pase nada, la gente deja de contar, y si hay infierno, también allí seguirán contando por los siglos de los siglos, dándole cuerda una y otra vez al juguete de las palabras, intentando entender algo del mundo, tanteando en el absurdo de la vida en busca quizá de algún resorte que abra su ciega cerrazón (…) y nos descubra el gran tesoro de la razón, de la luz, del sentido exacto de las cosas.