Recién llegada y antes de volver
Salimos de Buenos Aires en medio de un clima invernal con lluvia y frío que calavan hondo. Por eso opté por este look: un trench que abriga sutilmente, las leggins, zapatos cómodos, una chalina porque el aire acondicionado del avión es traicionero, la cartera de mano-que además es pesada y no daba despacharla en la valija- y una bolsa de viaje que contenía lectura, una camperita liviana y algunas chucherías; por último las gafas, infaltables para ocultar la cara de destruida después de un vuelo que fue tedioso y larguísimo...
Volví con lo mismo, salvo que cambié la remera por la de Fashion Night Out -acá me fotografió Lucre haciendo compras de último momento en Bloomingdales-.
Recién llegada a NYC, me cambié de ropa y salí de recorrida... Un equipo cómodo y bien urbano me acompañó por The High Line, Chelsea y Meatpacking...
Y para disfrutar de la Fashion Night Out, este equipo que ya habían visto
Para la salida grupal en tour por la Gran Manzana opté por este equipo bien urbano. Elegí tonos neutros y preferí sumar color en los detalles.
En la zona de Strawberry fields del Central Park
Y en Rockefeller Center
Para la recorrida por el barrio de Carrie y la Estación Central de NY elegí este outfit que si bien resultaba cómodo y urbano, tenía un toque de distinción dado por la blusa de seda. Acá podemos ver cómo realzar un equipo casual con una prenda de calidad.
Para otro día de desfiles lucí un equipo que ya vieron publicado. Acá nuevamente las leggins salen a las pistas y demuestran su versatilidad. Sea para equipos informales y cómodos o para salidas arregladas, acompañan y visten muy bien. Además me permitieron que una vez pasada la movida en Lincoln Center pudiera recorrer y disfrutar del Central Park con tranquilidad... Míren!
Los vestidos salvan en cualquier valija. Pueden lucirse de día o de noche con los accesorios adecuados y siempre darán una imagen femenina y elegante. Si le sumamos una camisa de jean como abrigo liviano, quedan cancheros, y con un blazer, trendies y más formales. ¡Que no falten vestidos en ningún equipaje!
Y de noche también pude armar equipos repitiendo prendas o sumando algunas que fuí comprando, como esta chaqueta que me abrigó en una fresca noche en que hicimos un tour hacia Staten Island en ferry y luego un recorrido por Brooklyn, terminando en el mirador del Empire State.
Otra noche opté por algo más tranqui, con las leggins nuevamente como comodín. Les muestro el outfit en el lobby del hotel y por las calles de Times Square...
Y para una salida diferente opté por otro vestido. En la terraza del Kimberley Hotel disfrutamos de unos tragos y escuchamos buena música con la maravillosa vista del Chrysler Building ante nosotras.
En fin, esa fue mi elección de prendas y accesorios para el viaje. Si se ponen a ver en detalle descubrirán que llevé dos pantalones de vestir, tres de uso cotidiano -ningún jean-, dos pares de leggins; tres blusas en vez de remeras -sólo algunas básicas en blanco y negro-; el blazer y la chaqueta para abrigos formales, una camisa de jean y el trench para las opciones más casuales; varios pañuelos y carteras; aros y pulseras en cantidad moderada, dos pares de zapatos de taco alto, un par de sandalias de taco chino, tres pares de chatitas. Sólo me quedaron sin usar la blusa dorada -by Caro Müller-, y una en blanco y plateado -by Checca-, porque resolví las salidas nocturnas con otras prendas. Algo que me ayudó a armar la valija fue hacer una lista de los lugares a los que iría y pensar para cada uno el outfit más conveniente. Anoté todo en mi libretita y así cada noche sabía lo que luciría al día siguiente con sólo una mirada a mis apuntes. Obsesiva yo? Y sí, soy de virgo...ja! Bien, espero que el post les haya gustado y sirva para sacar ideas de looks viajeros -además de ver un poquito más de esta maravillosa ciudad-. Espero sus comentarios, como cada día, nos leemos... Besitos:>