De alguna forma tenia que re comenzar a escribir, lo tenía súper olvidado al blog, pero me dieron ganas porque hay mucho para hablar, ver y compartir.
El inicio del confinamiento fue difícil se mezcló con mi salud que se volvió loca de una día para otro y nos desestabilizó....todo pasó y se solucionó a su tiempo, así es que muy agradecida.
Por mi experiencia en tantos años, debo decir que logré superar muchos obstáculos (varios médicos todavía se sorprenden) viendo el vaso medio lleno...la luz y la esperanza al final del pasillo.
Lo que la Pandemia nos dejó....fueron muchas horas compartidas en familia sin pensarlo, mucho olor a pan y bizcocho recién horneado, muchos domingos en días de semana.... Diego lo bautizó hace muchos años SAMINGO ...un especie de día extra para alargar los fines de semana.
Nos dejó mil videollamadas con amigos, karaokes virtuales, festejo de cumpleaños juntos desde cualquier parte del mundo, horas de pelis, series y libros. Nos permitió aprender y vivir la experiencia que tenemos los expatriados, el contacto a la distancia que siempre se fortalece y nunca desvanece.
Nos dejó calles vacías, aire puro, flores silvestres y ríos azules.... eternas caminatas, picnics improvisados, ganas de vivir y disfrutar cada minuto.
Nos hizo expertos en armar un súper cobertizo de verano, lijar pallet, pintar sillas, descubrir la jardinería...nos dejó un patio verde lleno de flores ..... y amor en cada cosa que hacíamos.
Nos permitió cuidarnos, salir a caminar una hora por día.... experimentar en la cocina y volvernos un súper chef.
Nos dejó dormir siestas interminables, descansar, mirarnos a la cara cada vez que nos veíamos y exprimir el tiempo al máximo.
Al final si sacamos cuentas, el saldo no es tan negativo... igual queda mucho camino por recorrer, muchas ruinas por levantar, muchos encuentros postergados... sigamos aprendiendo, no tiremos todo por la borda... que no hagan falta más pandemias para mirarnos y reconocernos.
Que tengan un excelente día y un gran fin de semana,
Un bacione
Andrea