"En la venganza, como en el amor,la mujer es más bárbara que el hombre."
Friedrich Nietzsche
Opera prima del brasileño Fernando Coimbra, quien después de un par de cortometrajes y premios, tuvo la oportunidad de realizar este thriller de amor, venganza e infidelidad en pleno suburbio carioca. Este cineasta, guionista y también actor (de teatro) nacido en Ribeirão Preto, hace parte de esa nueva camada de realizadores que han enfocado su obra a la clase media de su país, con ciertas dosis de elementos policíacos - o noir- y complejos entramados narrativos, pero que no se alejan del realismo de estas latitudes. Coimbra, que ha ganado varios premios por éste, su debut en el mundo del largometraje, es un director que saca la parte más oscura de sus personajes y los moldea a la realidad de este continente.
Un guión matizado por la venganza, la pasión, pero además por una sociedad, que parece no estar satisfecha con su propia comodidad, y Rosa, se termina convirtiendo en una especie de víctima de esa misma sociedad hipócrita.
Igualmente, la historia, desarrollada desde la visión de los protagonistas, asume un papel de catalizador de los mismos sentimientos de estos personajes, sus personalidades, y el choque moral con lo establecido. Sin embargo, éste se queda corto - a excepción de su tramo final- cayendo en incoherencias y falsas representaciones, que siendo propias del género, aún así, no llegan a calar o asimilarse en la estructura del guión.
Con fotografía de Lula Carvalho, quien recientemente ingresó al cine hollywoodense, el cual sabe utilizar bastante bien los espacios reducidos y luz natural, para generar tanto dinamismo como un choque psicológico a partir de sus planos cerrados - muy bien construidos- a pesar de la limpieza de la imagen; igualmente el cinematógrafo brasileño, asume con gran calidad el desafío de retratar un thriller, con sus parámetros estéticos sin alejarse de las singularidades del color y temperatura de una ciudad "tropical" como las de Brasil, que en cierto sentido contrastan, y hacen más particulares las señales de esta obra. Es destacable la música, con ciertos aires electrónicos además de la sencilla ambientación, que se adapta al estilo del filme.Si bien las actuaciones - para mí- no son las más destacadas, si vale la pena hablar del papel de Thalita Carauta, quien finalmente se lleva todo el peso dramático de la obra, asumiendo no sólo el papel de antagonista sino de víctima, de enamorada y obsesiva, que finalmente lleva su pasión a los límites de la locura.
Zoom in: Ganadora y nominada en varias categorías, principalmente por el papel de Thalita Carauta, por Opera Prima y drama en festivales latinoamericanos.Montaje Paralelo: Secuestro