"Decidió que lo mejor que podía ponerse eran sus zapatos marrones de cuero. Le dolía un poco la espalda, pero no como en otras ocasiones que el dolor era casi insoportable. Pensaba que su mujer ya no lo amaba en absoluto. No se echó a llorar tampoco pensaba que lo primero que la mayoría hace cuando se da cuenta de que ya no son amados es llorar."
Las historias de amor en el cine, han usado ciertas convenciones para acercarnos tanto a la pareja protagonista como a los sucesos entorno a ésta, sin embargo, cuando se reúnen conceptos como la transmigración, el humor negro y un romanticismo anticapitalista (Zoro, J. 2017) en un futuro distópico lo- fi, con ciertas reminiscencias a lo pitagórico y la tragedia, donde, al estar soltero, se corre el riesgo de convertirse en un animal, entendemos que entramos al singular universo de Yorgos Lanthimos con una película como The Lobster, obra mediada por las obsesiones de este cineasta griego, que con su característica mordacidad no sólo hace crítica de su país, sino de las complejizaciones del mundo moderno, la alienación, robotización y la catarsis como vía de escape (Lazcano, 2012); cineasta perteneciente a esa nueva ola, donde la excentricidad, el alejamiento y la pausa en medio del caos, van de la mano de un humor que perfectamente caería en lo excéntrico, surreal o absurdo, sin nunca perder el naturalismo o la "lógica narrativa", porque en el mundo de Lanthimos una frase como ésta: "Dice que al pasar él, en una ocasión, junto a un cachorro que estaba siendo maltratado, sintió compasión y dijo: cesa de apalearle, pues es el alma de un amigo la que reconocí al gritar " (Villena, M., García, A. (1992), perfectamente podría ser el punto de partida para esta atípica historia de amor. No nos vamos a detener demasiado en la figura de Lathimos, ya que no hace mucho escribimos sobre éste, pero si vale la pena reconocer, que cada obra que sale de este director o las otras que realizó antes de su consagración con Canudo (2009), no sólo tiene una particularidad, citada más arriba sino que su estilo hace parte de una camada de directores, que han encontrado en la serenidad, la forma más abierta de violencia y choque, y por ende, cada vez más, nos hacemos fanáticos de este griego, que al parecer su nutrió conceptual y narrativamente, de la tragedia de su país. Pensada desde diferentes frentes, esta paradoja ovidiana, antiromántica y con tintes de tragedia griega enmarcada en el humor más negro no sólo sale de la cabeza de Lanthimos sino de su colaborador habitual el guionista Efthymis Filippo, que narran una historia de amor no convencional en un futuro distópico, donde los solteros son arrestados y llevados a un hotel donde en un plazo de 45 días tendrá que conseguir pareja, o serán convertidos en un animal, eso sí, el de su preferencia. Aunque la excentricidad del guion es evidente, hay muchos más elementos implícitos en éste, cierto carácter totalitario, ya sea el del amor o el de la soledad - casi como algo político-, el miedo a las relaciones humanas - algo presente en la obra del griego-, la idea de la distopía tanto en su contexto cienciaficcional como en el atribuido al de John Stuart Mill, de una sociedad indeseable o alienada. Aunque el guión puede pecar en algunas secuencias o la extensión del mismo, la estructura de éste, su excentricidad casi surrealista y la anormalidad que se va presentando no sólo es funcional en lo que cuenta sino en cómo se van desarrollando los personajes y su destino, que paradójicamente está entre, la felicidad y la tragedia, como lo veremos en el clímax de la misma. Con The Lobster, no sólo se habla de ese miedo a la soledad, o al amor por conveniencia o descarte - que perfectamente cabe en cualquier tipo de comedia , sino que acá se lleva al extremo, al de una sociedad, que en su aparente tranquilidad u organización, se esconde esa "efervescencia" de caos, control o antítesis ideológica; es decir con The Lobster , estamos ante el absurdo de una historia de ciencia ficción y del mundo que vivimos.
Thimios Bakatakis, que ha sido el director de fotografía habitual de Lanthimos, se decanta por una fotografía naturalista -ajena a cualquier tipo de relato de ciencia ficción-, fría en su diseño y carácter; aunque la mayor parte del trabajo es en exteriores, y el uso de la luz natural es recurrente, también es notable el uso de planos más alejados, el uso de ópticas largas, que le dan el estilo a la obra. El trabajo técnico de Bakatakis se dimensiona mejor en lo conceptual, por que al ampliar el plano, le da cabida a la soledad, al alejamiento/ encerramiento, y a esos juegos con la luz, que más que narrar con ésta, genera ciertas inquietudes y sensaciones de desasosiego, en medio de un sistemático mundo.Aunque la música en la obra del griego es bastante importante, no podemos hablar de una banda sonora, como tal, es más bien una serie de canciones,que de forma incidental afectan al desarrollo de la misma. .Con el trabajo de Lanthimos, los actores son marionetas movidas por un hilo invisible, que se adecuan al universo de este director, sin embargo, al ser actores reconocidos, la mezcla de caracteres o de ejercicios, potencian mucho más el trabajo actoral, se hacen mucho más excéntricos, complejos en sus reacciones, casi con un carácter infantil que juega al amor, con sus crueldades y descubrimientos; con un Collin Farrell, que parece ya un actor fetiche para Lanthimos, que en su pasividad y flemático carácter, no sólo está acorde a la obra, sino que hace mucho más potente su interpretación, como lo termina siendo la bella Lea Seydoux o la atípica Rachel Weisz; cabe destacar el papel de John C. Reily, que en sus papeles serios funciona y también la inglesa Olivia Colman, que como la matrona del hotel, se roba la cámara por encima del mismo Farrell. La obra del director griego, se está volviendo esencial para este blog, tanto por su estilo, como forma, por lo temas y catarsis del mismo. Una película esencial, y junto a El Sacrificio del..., de mis favoritas tanto del griego como del cine actual.Zoom in: Ganadora en Cannes por parte del Jurado, nominada en diversos festivales, principalmente su guión, y la actuación de Farrell.
Montaje Paralelo: Her (2013) - Amor no convencional - Distopia
Referencias
Lazcano, L. (2012)https://www.revistacactus.com/los-dardos-envenenados-de-yorgos-lanthimos/
Villena, M., García, A. (1992) La creencia pitagórica en la transmigración de las almas. Universidad de Granada 1992
Zoro, J. (2017). ¿Qué es lo que me hace decir te amo?, laFuga, 20. [Fecha de consulta: 2018-12-21] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/que-es-lo-que-me-hace-decir-te-amo/851