Quimera es un término para una criatura griega mítica que consiste en parte león, parte de cabra y parte de serpiente. En los tiempos modernos, el término se ha utilizado para describir un solo organismo compuesto por células de diferentes cigotos.
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) recortaron los fondos para este tipo de investigación, al menos temporalmente. Los funcionarios del NIH dijeron que necesitan revisar las implicaciones científicas y éticas de esta tecnología antes de seguir adelante.
Mezcla de especies
Los experimentos implican la inserción de células madre humanas en embriones florecientes de otras especies, generando así quimeras. En realidad, los investigadores han estado creando quimeras humanas, al menos en parte, durante años. Por ejemplo, los científicos ya estudian ratas con tumores humanos para comprender mejor el cáncer.
Lo que hace única a la investigación reciente es que implicaría la inserción de células madre humanas en los embriones de animales no humanos durante las primeras etapas del desarrollo embrionario.
“El problema especial aquí con las células madre es que esos tipos de células humanas son tan poderosas y tan elásticas que existe una gran preocupación sobre el grado en que los animales podrían humanizarse”, explicó Insoo Hyun, un bioético de la Universidad Case Western Reserve, en un artículo para National Public Radio.
La motivación detrás de la investigación es producir quimeras que podrían allanar el camino para nuevas opciones de tratamiento para enfermedades humanas. Por ejemplo, los científicos podrían usar la tecnología para desarrollar modelos animales más eficientes mientras estudian enfermedades en un laboratorio.
Consideraciones éticas
Sin embargo, las quimeras embrionarias son un tema polémico, que provoca una serie de preocupaciones biológicas y morales. Según Francoise Baylis, bioética de la Universidad de Dalhousie en Nueva Escocia, Canadá, crear criaturas que son en parte humanas y en parte animales está mal porque “introduciría una confusión moral inexorable en nuestras relaciones existentes con animales no humanos, y en nuestras relaciones futuras con híbridos y quimeras en parte humanos”.
La razón por la cual las quimeras son un tema tan controvertido es porque tratamos a los humanos de manera diferente a como tratamos a los animales no humanos. Aunque nosotros también somos parte de la red de la naturaleza y debemos actuar en consecuencia, lo que hace que los humanos sean únicos es que somos agentes morales. Cada vez que un león captura y come una gacela, no mata a la gacela, mata a la gacela. Sin embargo, al crear criaturas que son parte humana y parte no humana, la línea divisoria moral entre las dos especies se vuelve borrosa.
Otro problema con las quimeras es que las células humanas podrían terminar en los cerebros de los animales. Las quimeras podrían parecer demasiado humanas, posiblemente con capacidades mentales humanas. Aunque la probabilidad de que un animal adquiera conciencia a la par de la gente es baja, es una posibilidad que no se puede barrer debajo de la alfombra.
“No estamos cerca de la isla del Dr. Moreau, pero la ciencia avanza rápido”, dijo el especialista en ética de NIH David Resnik en una reunión en Maryland. “El espectro de un ratón inteligente atrapado en un laboratorio en algún lugar gritando, ‘Quiero salir’ sería muy perturbador para la gente”, agregó.
Referencia: newstarget