Un estudio dirigido por la
Universidad de Yale, publicado hoy en la revista Science Translational Medicine,
encontró que un fármaco usado para la terapia contra el cáncer ha demostrado revertir
el daño renal causado por el lupus eritematoso sistémico (LES). En la nefritis
lúpica, las propias células T del paciente se infiltran en el tejido renal y
desencadenan una disminución en el oxígeno, lo que provoca daños en los tejidos
y una enfermedad renal potencialmente terminal. Las células T implicadas en el
lupus expresan un factor llamado factor inducible por hipoxia-1 (HIF-1), que
está regulado por los niveles de oxígeno en el riñón. Cuando se activa, HIF-1
ordena a las células T que ataquen los tejidos, reduciendo aún más los niveles
de oxígeno en los tejidos y causando más daño renal. Los investigadores
teorizaron que bloquear HIF-1 podría ayudar a prevenir el agotamiento de
oxígeno y el daño del tejido renal. Utilizaron un medicamento inhibidor del
HIF-1, que se ha utilizado en ensayos clínicos como tratamiento para el cáncer
en humanos, para tratar ratones con lupus. Encontraron que la droga ralentizó
la infiltración de células T en el tejido renal y revirtió el daño. También
encontraron que el mismo daño regulado por HIF-1 del estudio está presente en
las muestras de biopsia de pacientes humanos con nefritis lúpica.